¿Te estás preguntando cuál es el mejor momento para visitar Barcelona? Si tienes el lujo de escoger las fechas de tu viaje, sigue leyendo este artículo en el que describimos las ventajas y desventajas de cada estación, y decide tú mismo qué época prefieres, ya que dependerá de lo que buscas, obviamente.
Lo cierto es que es difícil escoger. Los lugares emblemáticos de Barcelona, sus atracciones principales, siempre van a estar ahí cuando vayas. Lo que cambia es la atmósfera de la ciudad: en verano es animada, bulliciosa, con las playas, las calles y las terrazas rebosantes de turistas y sol. En invierno es más tranquila, pero nunca aburrida. El otoño y la primavera parecen ser un perfecto punto medio…
Verano: Barcelona en su máximo esplendor

Es cierto: en el imaginario colectivo, Barcelona es una ciudad para el verano. Cuando uno piensa en Barcelona, piensa en el azul del Mediterráneo, en el cielo despejado, en los reflejos dorados del sol que iluminan los mosaicos (y en el color de la sangría que fluye libremente). Mientras haces tu maleta, te imaginas con tu mejor traje de baño, pantalones cortos y un par de sandalias para disfrutar el clima cálido y para salir de fiesta hasta la madrugada.
El verano es la época del año en la que la ciudad recibe más turistas, que vienen del resto de España, de Europa y de todo el mundo para disfrutar de julio y agosto en Barcelona. Podrás pasear y tomar el sol en sus bulliciosas playas (Barceloneta, Nova Icaria, Llevant o Mer de Bella, por citar algunas), nadar en el mar, y volver a casa con un estupendo bronceado.
También es la mejor época del año para los noctámbulos, ya que la vida nocturna está en pleno apogeo. Además de las salas de conciertos, clubs y bares, durante los meses de verano hay muchos eventos y festivales, como por ejemplo el Festival Cruïlla, el Barcelona Beach Festival y el Rock Fest, por mencionar solo algunos.
Pero la temporada alta también significa más gente. Si optas por visitar la capital catalana en pleno verano, vas a tener que planificar bien la visita y hacer reservaciones para entrar a las principales atracciones turísticas, como la Sagrada Familia, la Casá Batlló, La Pedrera o el Parque Güell. Las Ramblas serán un río de gente, y tal vez no haya lugar para cenar en ese restaurante con el que venías soñando.
El dorado otoño barcelonés

El otoño en Barcelona suele ser bastante soleado y cálido, lo que permite pasear al aire libre y disfrutar de las legendarias terrazas barcelonesas. En septiembre y, según el año, incluso en octubre todavía tendrás días de playa.
La ciudad se empieza a replegar sobre sí misma con el inicio del curso escolar y el término de las vacaciones de verano, pero en Barcelona la agenda cultural nunca descansa. A mediados de septiembre se celebra el Día de Cataluña, y a finales de mes, las fiestas mayores de la ciudad en honor a una de sus patronas, la Virgen de la Merced.
En octubre sigue la animación con el festival de documentales sobre música y músicos In-Edit; con el Vive Montjuïc, un festival que reúne muchas actividades y eventos en la famosa colina frente al mar durante un fin de semana; con la fiesta mayor de Las Ramblas, las Festes del Roser, en honor a la Virgen del Rosario, y si los zombies son lo tuyo, ve a Sitges, una pequeña ciudad a una hora de Barcelona en la que a principios de octubre se celebra uno de los festivales de cine fantástico y de horror más importantes del mundo.
Noviembre marca la entrada definitiva del invierno. Los días se notan mucho más cortos, baja la temperatura y los barceloneses abrazan sus tradiciones invernales. Los puestos de castañas aparecen en las plazas, y se empieza a sentir que pronto se acercan las festividades decembrinas.
Es en definitiva una estación ideal para visitar la ciudad si no te gustan las muchedumbres y te desmayas cuando el termómetro pasa de los 30ºC.
Invierno: animación navideña

En invierno, el ambiente de la ciudad es muy diferente: aunque a Barcelona también se le podría llamar "la ciudad que nunca duerme", y se puede seguir disfrutando de su animación, el periodo de noviembre a febrero suele ser más tranquilo desde el punto de vista turístico.
Por eso, visitar Barcelona en invierno es ideal para quienes planifican todo a última hora, o para quienes no soportan las largas colas para visitar los monumentos. Tendrás más flexibilidad para improvisar tus actividades, y también precios más bajos en vuelos y hoteles.
Las temperaturas son suaves en comparación con gran parte del resto de Europa: en invierno suelen rondar los 10ºC, y con un abrigo y una buena bufanda se puede salir a caminar por el Paseo Marítimo. Para combatir el frío siempre podrás entrar en una chocolatería y tomar un suizo (chocolate caliente con crema batida encima).
Barcelona también es un buen lugar para celebrar la Nochevieja: asiste a la cuenta atrás y los fuegos artificiales en la plaza de España, y festeja toda la noche en el Poble Espanyol.
Primavera, el momento ideal

La temperatura empieza a subir, los días se hacen más largos, la arena se va calentando poco a poco, y el mar también... Es cierto que todavía es un poco pronto para darse un chapuzón en el Mediterráneo, pero muchos consideran esta estación como la mejor para venir a Barcelona, y no les falta razón.
Durante los meses de primavera se celebran numerosos eventos en la ciudad. Para empezar, el 23 de abril es el Día de Sant Jordi, en el que los catalanes intercambian rosas y libros. Es una fiesta muy querida en la ciudad, su respuesta a San Valentín, en la que se celebra simultáneamente el amor, la amistad, la lectura, y al patrón de Cataluña, Sant Jordi.
Es también una de las mejores estaciones para recorrer con tranquilidad todos los edificios icónicos de Antoni Gaudí, como la Sagrada Familia, la Pedrera, la Casa Batlló y por supuesto el Parque Güell, ya que el clima es muy agradable para pasear.
En resumen...

Entonces, ¿cuál te parece la mejor época para visitar Barcelona? Ya ves por qué es tan difícil decidir. La capital catalana es una ciudad agradable en cualquier época del año, y cada estación tiene sus ventajas. Además, siempre hay algún festival, fiesta o evento cultural sucediendo a lo largo de todo el año, la vida nocturna nunca se detiene, y ni la Sagrada Familia ni el Parque Güell van a esfumarse de repente.
Depende totalmente de ti escoger. Y si no logras decidirte, sólo hay una solución: cuatro estaciones, cuatro viajes, cuatro oportunidades para descubrir esta fascinante ciudad desde todos sus ángulos. Sólo tienes que elegir los fines de semana y planear tus escapadas. No le digas a tu jefe que fue nuestra idea...
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