Roma en tres días

Si lo ves con perspectiva, tres días en Roma es una eternidad. Tan solo pasar unas horas en esta ciudad abigarrada, histórica, universal y única al mismo tiempo, es una maravilla. Vayas cuando vayas, siempre te sentirás afortunado de estar en Roma.

Con este artículo queremos ayudarte a elaborar un itinerario que se adapte a tus propios intereses, y también dejamos caer algunos consejos muy básicos pero que pueden hacer la diferencia entre un buen viaje o un desastre.

Pero si quieres aprovechar al máximo tus tres días, el mejor consejo que te podemos dar es que elabores un plan con antelación, aunque sea algo general y abierto a la improvisación. Por eso, en vez de proponerte un itinerario día por día, simplemente te dejamos varias sugerencias. Así que saca tu papel y tu pluma y toma nota.

Pero primero...

Algunos consejos generales para viajar a Roma

• Reserva las entradas a las atracciones más populares como el Coliseo o los Museos Vaticanos con mucha antelación. Sobre todo, si viajas con tiempo limitado, es mejor reservar las entradas en línea (o adquirir el Pase Explorer de Go City)
• Si vas en verano: ve a visitar los sitios arqueológicos que están a la intemperie lo más temprano que puedas. Lleva ropa ligera y cómoda, sombrero, lentes para el sol, sombrero, crema de protección solar, y un sombrero. ¿Ya lo entendiste? Vas a necesitar un sombrero : ) ¡Aprovecha para conocer las catacumbas! La temperatura es deliciosa bajo tierra.
• Trae tu botella de agua reusable, no importa la estación. En Roma el agua de la llave (el grifo) es potable y de alta calidad. Además, la ciudad dispone de muchas fuentes de agua, algunas muy hermosas y antiguas; se llaman “nasoni” (narizones). Puedes bajarte una aplicación para encontrarlas o consultar la ubicación de las fuentes en una página web. ¡Hay una dentro del Foro!
• Es una ciudad muy densa, ruidosa, y la fama de su tráfico infernal no es una leyenda. Hay que hacer como los romanos, y tomárselo con serenidad y buen humor. Pero si eres de los que cualquier ruidito te quita el sueño, te sugerimos no olvidarte de tus tapones para los oídos. Pueden salvarte la noche.
• Lleva zapatos súper cómodos, unos que ya hayas usado y comprobado que funcionan bien. Muchas calles de Roma son de adoquines, así que olvídate de los tacones.
• ¡Usa el transporte público! Haz un plan que incluya un viaje en metro o autobús. Es la mejor forma de cubrir largas distancias en la ciudad, y además así convives con los romanos y su vida cotidiana.
• Por último, en el Vaticano y en muchas iglesias de la ciudad que siguen en funcionamiento, hay que respetar el código de vestimenta. No se permiten faldas ni pantalones cortos, ni gorras, ni hombros descubiertos. Así que en caso de que viajes en primavera o verano, lleva un chal ligero en el bolso para cubrirte cuando lo necesites.

Primer día: tour en autobús

Aprovecha tu primer día para usar el servicio de un día completo del autobús turístico Hop-on Hop-off para crear un mapa de la ciudad en tu cabeza y comenzar a orientarte en su laberinto de calles, callejones y plazas. Puedes hacer el recorrido todo seguido (dura como una hora y media), pero también puedes subir y volver a bajar en cualquiera de las paradas de la ruta. O también puedes hacer las dos cosas.

La ruta suele tener siete u ocho paradas; una de ellas te deja a las puertas del Vaticano, ese pequeño país que es el corazón de la iglesia católica en la tierra. Para lo pequeño que es, la concentración de maravillas y tesoros que guarda no tiene par. Puede ser un buen plan para realizar durante tu primer día. Cuenta con pasar aquí cuatro horas como mínimo.

Después sigue tu ruta en el autobús y termina en la fuente de Trevi, la de las monedas. Después de tomarte tu foto con Neptuno de fondo y de echar tu monedita de espaldas a la fuente, camina diez minutos hasta el Panteón de Agripa (cierra a las 19:00, pero a partir de las 18:30 ya no dejan entrar a más gente) para admirar esta maravilla de la ingeniería romana: es una de las más grandes cúpulas que hayas visto en tu vida, y ya tiene casi 2,000 años. Su pórtico de columnas corintias es una de las imágenes más recurrentes e icónicas de la Ciudad Eterna.

Al lado del Panteón, literalmente a 5 minutos, encontrarás la cafetería Sant’Eustachio Il Caffè. Pídete uno a nuestra salud. Es un lugar con gran fama en Roma. Si eres un fan del café, llévate una lata (que además son preciosas).

Segundo día: Roma antigua

Ningún viaje a Roma puede estar completo sin una visita a los grandes edificios de la antigüedad. Ubicados en medio de todo el bullicio romano, es simplemente un milagro que hayan sobrevivido (también es cierto que tenían grandes arquitectos e ingenieros).

Muy recomendable: haz el tour de los sitios arqueológicos con una audioguía para ir a tu aire, pero sin perderte ningún detalle.

El paseo empieza en el Coliseo, el circo donde había luchas de gladiadores y representaciones teatrales de batallas con barcos incluidos (¡llenaban la plaza central de agua!). Sigue el tour por el Monte Palatino, la más céntrica de las siete colinas de Roma, y llena de leyendas. Aquí es donde dicen que Rómulo fundó la ciudad.

Por último, pasea por las calles del Foro, que era el centro de la antigua Roma, y como pasa en las ciudades actuales, en él se concentraban los edificios gubernamentales y religiosos mezclados con residencias, comercios (y algún que otra taberna).

Después de tanta ruina, tal vez tengas ganas de pasear por algún parque y sentir la vida contemporánea de la ciudad. Te sugerimos ir directamente al parque más popular de Roma, el de Villa Pamphili, y llevarte un picnic para merendar allí mismo. Si quieres unas vistas de la ciudad para tomar fotos, dirígete ya sea al Jardín de los Naranjos o al mirador del Gianicolo, ambos en la colina Janiculum, donde también se ubica el precioso Jardín Botánico (si vas en primavera, no te lo pierdas).

Tercer día: Roma clásica

Guarda toda una mañana para admirar las pinturas del museo más importante de Roma, la Galería Borghese, perderte por sus jardines y admirar las vistas desde los miradores. Aquí se guarda la masiva colección de arte de una sola familia muy poderosa en Italia, con las obras maestras de Caravaggio, Tiziano, Rafael y demás grandes maestros.

En caso de que prefieras seguir descubriendo más maravillas de la Roma antigua, visita los Museos Capitolinos, donde además de algunas obras maestras de la pintura italiana también se guardan algunas de las estatuas más hermosas de la Roma clásica.

Después de comer y de tal vez descansar un rato, nuestra sugerencia es que elijas un buen restaurante, cenes algo delicioso, y termines tu viaje callejeando por el centro de la ciudad. Seguro te vas a encontrar con algún lugar mágico.

Recapitulando...

Tres días en Roma es más que suficiente para ver los grandes museos, iglesias y sitios arqueológicos. Es una ciudad bastante compacta y muchos lugares están muy cerca unos de otros. Planea bien tu viaje, reserva tus entradas en los lugares más populares (Coliseo, Galería Borghese, San Pedro en el Vaticano, etc.), y no olvides dejar algo de tiempo para callejear, perderte e improvisar.

Para aprovechar el tiempo al máximo y ahorrar en las entradas a las principales atracciones de Roma, no olvides llevar tu pase Explorer de Go City. ¡Tu viaje a Roma no tiene por qué salir tan caro!