Fortaleza de Bohus

La fortaleza de Bohus tiene una de las historias más fascinantes y truculentas de todas las fortalezas nórdicas

Visita la Fortaleza de Bohus con Go City®

• Con nosotros, no pagues nada a la entrada: solo tienes que mostrar tu pase.
• Visita las antiguas mazmorras, la antigua frontera nórdica, el estuario del río Göta y mucho más.
• Participa en sus emocionantes juegos y actividades.

Durante tu visita, podrás aprender sobre los brutales asedios y la destrucción de la fortaleza, las luchas de poder entre suecos, daneses y nórdicos y sus violentas guerras, que jugaron un papel fundamental en la historia de la fortaleza de Bohus.

Situada en un pintoresco paisaje rural a tan solo 20 minutos de Gotemburgo, su situación actual es muy distinta a la de su pasado.

La fortaleza de Bohus ofrece, además, emocionantes actividades para sus visitantes, incluyendo tiro con arco, caballos de madera y otros juegos.

¿Sabías que...?

La fortaleza de Bohus se llamaba "Bagahus" en sus orígenes, pero con el tiempo pasó a llamarse a "Bahus" y, por último, "Bohus", dando así nombre a la provincia de Bohuslän. La fortaleza de Bohus es una parte fundamental de la historia nórdica: desde su fundación en 1308, Bohus fue asediada 14 veces por suecos, noruegos y daneses, pero la fortaleza nunca llegó a ser conquistada.

Situada en la antigua frontera nórdica del estuario del río Göta, esta zona fue el centro de numerosas luchas de poder entre nórdicos, suecos y daneses. Si bien Bohus es hoy en día una zona pintoresca y llena de calma, en su día fue una de las zonas más turbulentas del país, donde los ecos de las bombas resonaban en las murallas de la fortaleza y flotaban constantemente en el aire nubes de humo causadas por la pólvora. La fortaleza ha sido testigo de innumerables tramas y escándalos de reyes, santos, brujas, traidores y prisioneros a lo largo de su larga historia.

En sus orígenes, Bohus era un sencillo edificio de madera. Con el tiempo, se transformó en un castillo de piedra, tomando para su reconstrucción piedras de la antigua fortaleza de Ragnhildsholmen. Bohus no tardó en convertirse en una de las fortalezas más poderosas del Norte y sus muros se fueron ampliando con las piedras de monasterios desmantelados del periodo de la Reforma del siglo XVI.

Durante la Guerra nórdica de los Siete Años, Bohus fue asediada sin éxito hasta seis veces por los suecos, puesto que la fortaleza constituía un importante puesto militar para la coalición dano-noruega. No es de extrañar, pues, que después de tantos asedios el castillo necesitara ser restaurado, pero no fue hasta el siglo XVI, durante el gobierno del rey danés Christian IV, que Bohus se transformó en un castillo renacentista, con bastiones y artillería de alta tecnología para la época. Bohus pasó a manos suecas tras el Tratado de Roskilde en 1658, pero, tras dos brutales meses de asedio por parte de daneses y nórdicos, el castillo terminó una vez más lleno de escombros.

Tras una nueva reconstrucción en el siglo XVII, Bohus sirvió principalmente como prisión, hasta que después de la Guerra del Teatro en 1788 fue desmantelado y, un año más tarde, las piedras se utilizaron como material de construcción para las residencias de los habitantes de Kungälv. Todavía hoy en día se pueden distinguir las viejas piedras de Bohus en las casas históricas a lo largo de Västra gatan y Östra gatan.

No fue hasta 1838 cuando el rey Carlos XIV, que quería proteger la fortaleza de Bohus por su patrimonio cultural, prohibió que se siguiera dañando la histórica fortaleza. A finales del siglo XX se realizaron trabajos de conservación y desde 1935 está protegida como parte fundamental de la historia nórdica.