Flores en un mercado de París. Los mejores mercados de París.

Los 10 mejores mercados de París

París está repleto de mercados de todo tipo. ¡Descubre el tuyo!

Los mercados forman parte de la cultura y la vida parisinas, por lo que, si buscas el París más auténtico, no deberías perdértelos. Los encontrarás de todo tipo: de flores, de alimentación, de libros antiguos y hasta de pájaros. Elige los que más te gusten y no dudes en visitarlos... quién sabe, tal vez encuentres además el souvenir ideal para llevarte a casa.

Los mercados de París cuentan con una larga tradición que se remonta a la época romana, cuando la ciudad se llamaba Lutecia y había un único mercado que abastecía a toda la Île de la Cité. Hoy en día hay cerca de 100 mercados repartidos por toda la ciudad en los que se pude encontrar todo tipo de productos, desde alimentos frescos hasta antigüedades, pasando por objetos de segunda mano, flores y animales domésticos.

Los mercados de París son una parte integrante de la vida y la cultura parisinas, además de lugares encantadores y fotogénicos que merecen una visita. Quién sabe, lo mismo hasta encuentras el souvenir perfecto para llevarte a casa entre los coloridos puestos de uno de estos mercados. ¿No tienes muy claro cuáles son los mercados más interesantes de la ciudad? No te preocupes, te hemos preparado una selección de los 10 mejores mercados de París. ¡No te los pierdas!

1. Marché Bastille

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El Marché Bastille, uno de los mayores mercados al aire libre de París, es un derroche de aromas y colores que se extiende desde la altísima Colonne de Juillet, en la plaza de la Bastilla, hasta el frondoso bulevar Richard-Lenoir, todos los jueves y los domingos. En sus puestos encontrarás los mejores alimentos de proximidad que ofrece la región. Recórrelos todos y sumérgete en los embriagadores aromas de las plantas aromáticas recién cosechadas, los fragantes quesos franceses, las deliciosas setas y el pan recién horneado. Si vas a cocinar durante tu viaje, este es el lugar ideal para hacerte con los ingredientes para una cena especial. Otra opción que nos encanta es comprar algo para picar y unos zumos frescos y caminar hasta la cercana Place des Vosges para disfrutar de un picnic en un entorno encantador en pleno Marais.

2. Marché aux Puces Saint Ouen

El mercadillo más grande del planeta, el Marché aux Puces de Saint Ouen, es un laberíntico rastro que se extiende por calles y callejuelas repletas de todas las antigüedades, piezas decorativas y cachivaches que te puedas imaginar. Pero no te dejes engañar por el término marché aux puces (mercadillo o rastro), en este fascinante lugar puedes encontrar auténticos tesoros si sabes buscar. Joyas como ese disco de Nirvana tan raro que llevas 15 años buscando o un bolso vintage único. Además de adornos art déco, juguetes antiguos, muebles de época en perfecto estado, pósters, cuadros, alfombras... en fin, te haces una idea, ¿no? Abre los sábados, los domingos y los lunes.

3. Rue Montorgueil

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La Rue Montorgueil, otro paraíso gastronómico, es un mercado permanente que se extiende entre los distritos 1 y 2 de París. Montones de pescaderías, panaderías, floristerías y queserías artesanales exponen sus mercancías (e inundan el ambiente con exuberantes aromas) en grandes y coloridos escaparates que salpican las aceras peatonales de la zona. Especialmente digna de Instagram es la fachada azul pálido y oro de Au Rocher de Cancale, un restaurante de mariscos muy popular que data del siglo XIX. Otra de las tiendas que merecen una visita no solo por sus deliciosos productos si no por su suntuosa decoración es Stohrer, la pâtisserie más antigua de la ciudad. El reto consiste en salir de la pastelería sin un arsenal de éclairs de chocolate y babás al ron.

4. Marché aux Fleurs et aux Oiseaux

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Durante la semana es un mercado de flores que vende flores autóctonas y exóticas de todas los tipos, tamaños y colores. Los fines de semana, esta institución centenaria de la Île de la Cité cobra vida con el sonido de miles de pájaros que graznan, gorjean y trinan. La maravillosa variedad de plantas y aves de colores hace de este mercado un lugar maravilloso para pasear, aunque solo sea para mirar los puestos, sin intención de comprar nada. Endulza el paseo con una bolsa de chouquettes de alguna boulangerie cercana y aprovecha para visitar a la cercana Catedral de Notre-Dame. ¿Se te ocurre un plan más encantador para una tranquila mañana de domingo en París?

5. Marché Raspail

Este mercado gastronómico de producción ecológica anima el distrito 6 de París cada domingo. Personajes de la cultura francesa tan conocidos como Gérard Depardieu o Laetitia Casta han declarado que es su mercado favorito de la ciudad. Y no es difícil descubrir por qué, con la gran cantidad de productos frescos y delicias recién cocinadas que pueblan cada puesto. Pide muestras gratuitas para probar antes de comprar y, hagas lo que hagas, no te vayas sin comerte una galette: deliciosas crepes saladas calientes rellenas de queso, patata, champiñones y cebolla. Ooh la la.

Si después de recobrar fuerzas con las exquisiteces del mercado quieres seguir con las compras, estás de suerte, porque tienes a tiro de piedra los famosos grandes almacenes Bon Marché, la FNAC y Sephora, entre otras tiendas. A la caída de la tarde, acércate hasta la Torre de Montparnasse (a 10 minutos escasos a pie) y sube su altísimo mirador para disfrutar de unas vistas panorámicas inmejorables de Paris la nuit. ¿Qué más se puede pedir?

6. Brocante des Abbesses

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Este diminuto mercadillo en plena Place des Abbesses es otro paraíso terrenal para quienes disfrutan de la búsqueda de tesoros vintage y de segunda mano. Comienza el día con un interminable brunch parisino dominical y continúa recorriendo las encantadoras callejuelas adoquinadas del barrio de Montmartre hasta llegar a este pequeño mercado, relativamente discreto y menos turístico que otros. Los puestos de este rastrillo son el lugar perfecto para comprar objetos decorativos antiguos, como lámparas, cuadros o postales, además de piezas únicas de joyería de artistas locales.

7. Marché Mouffetard

La Rue Mouffetard, conocida localmente como "la Mouffe" y descrita por Hemingway en sus memorias como "aquel encanto de callejuela con tiendas y puestos de mercado que iba hasta la Place de la Contrescarpe", es una de las calles más antiguas de París. Salpicada de pintorescos edificios que conservan gran parte de su autenticidad y encanto medievales, esta calle es un lugar típico para comprar embutidos, quesos, patés y pan en sus bulliciosos puestos y tiendas. Acuérdate de levantar la vista de vez en cuando para contemplar las increíbles esculturas y frescos de los edificios. Y si haces caso a Hemingway y recorres toda la calle hasta la Plaza de la Contrescarpe, estarás a escasos minutos pie del neoclásico Panteón de París, ¡aprovecha y hazle una visita!

8. Marché du Livre

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Si te gusta la lectura y todo lo que tiene que ver con los libros, tan solo tienes que poner rumbo al frondoso parque George-Brassens, en el distrito 15. ¿Por qué?, te preguntarás. Porque todos los sábados y domingos los pabellones cubiertos del Marché du Livre se llenan precisamente de eso, de libros. Aquí podrás hojear miles de volúmenes de todo tipo, desde ediciones antiguas y descatalogadas hasta clásicos modernos. Una vez que te hayas hecho con algunas gangas, hazte con un café para llevar y busca un lugar a la sombra de los árboles para disfrutar de una buena lectura.

9. Marché des Enfants Rouge

El nombre del mercado cubierto más antiguo de París: "el mercado de los niños rojos", se debe a la ropa roja que llevaban los niños de un orfanato cercano en el siglo XVI. Cuatrocientos años después, es uno de los mercados gastronómicos favoritos de quienes disfrutan de la buena mesa en el corazón del barrio de Marais, a dos pasos del Museo Picasso de París. Un mercado pequeño, pero maravillosamente abastecido con montones de productos frescos y varias de las mejores opciones de comida callejera de la ciudad.

Déjate guiar por tu olfato (y por la longitud de la cola) hasta Chez Alain Miam Miam, uno de los locales más populares, para degustar unos sándwiches fritos que te saciarán hasta límites insospechados. En el improbable caso de que aún te quede algo de hueco en el estómago, prueba un baklava dulce como la miel y un té a la menta en Le Traiteur Marocain.

10. Puces de Montreuil

El Mercadillo de Montreuil, el hermano pequeño de su homólogo más conocido de St-Ouen, es menos conocido y está un poco más alejado de los caminos trillados, lo que hace que merezca la pena peregrinar hasta allí para encontrar una auténtica ganga. Hay un poco de todo, desde moda vintage, cómics retro y viejos vinilos hasta piezas de bicicleta, accesorios de iluminación e interminables pilas de cubertería antigua. Los mejores puestos se encuentran en la pequeña plaza al final de la calle. Eso sí, prepárate para regatear (si es que eres capaz de hacerlo en francés) o sencillamente date una vuelta y disfruta del ambiente.

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Y hasta aquí nuestra selección de los 10 mejores mercados de París. Si además de recorrer todos los mercados de la ciudad también quieres hacer algo de turismo, hazte con un pase turístico de Go City®. La mejor manera de conocer París y visitar sus principales atracciones a precios inmejorables. ¡No te lo pierdas!

Maria Ermitas Barrasa Rodriguez
Maria Ermitas Barrasa Rodriguez
Escritor/a de viajes freelance

Mitas es una traductora de español afincada en Madrid que disfruta acercando todo tipo de historias al público hispanohablante, ya sea en forma de videojuegos, novelas o blogs de viajes. Cuando no está tomando café y jugando con las palabras, a Mitas le encanta emplear su tiempo en viajar, ir a conciertos y ver teatro, mucho teatro.

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Los 10 mejores planes relajantes en París (¡y 2 más de regalo!)

Sabemos por propia experiencia que el turismo es muy cansado y que de vez en cuando es necesario tomarse un respiro para descansar las piernas, escribir postales o sencillamente empaparse del ambiente de la ciudad. ¿Y qué puede haber más idílico que tomárselo con calma en París? Las opciones que ofrece la capital francesa para la relajación son casi infinitas, gracias a sus frondosos parques, sus floridos jardines, sus tranquilos canales, sus coquetos cafés y sus inmejorables restaurantes. Si buscas inspiración para tus momentos de respiro durante tu visita a Paris, estás en el lugar adecuado. A continuación, te contamos las 10 cosas más relajantes que puedes hacer en París. Nuestra selección incluye: Picnic junto a la Torre Eiffel Librerías del Barrio Latino Canal de Saint Martin Crucero por el Sena Museo Rodin Cata de vinos franceses ¡Y mucho más! 1. Picnic junto a la Torre Eiffel Si te gustan los picnics, París te va a parecer un paraíso terrenal. Esta fascinante ciudad cuenta con más de 400 espacios verdes en los que plantar la cesta y extender la manta. Y el menú tampoco se queda atrás: súrtete bien con productos tan típicos como deliciosos: una baguette recién hecha, quesos, embutidos y una botella de Chablis bien fría. Cuando tengas la cesta lista, dirígete a uno de los mejores lugares de París para hacer un picnic: los Campos de Marte, una enorme extensión de césped a los pies de la Torre Eiffel. Las cálidas noches de verano son perfectas para para pasear o sencillamente sentarse a contemplar cómo se ilumina la torre más famosa de París. No te pierdas el espectáculo de luces a cada hora en punto, momento en que la gran estructura de hierro parece cubrirse de miles de diminutos diamantes luminosos. ¿El tiempo no acompaña? No te preocupes, te proponemos un plan a cubierto que seguro que tampoco te querrás perder: una cata de vinos franceses en la espectacular bodega de Les Caves du Louvre. 2. Pasea y ojea libros en el Barrio Latino Las estrechas y sinuosas callejuelas del Barrio Latino pueden ser un remanso de paz si le dedicas un rato a merodear por sus librerías. Este barrio estudiantil no solo alberga montones de librerías de segunda mano y cafés repletos de gente joven leyendo y charlando, también es donde se encuentra la universidad más famosa de la ciudad: la Sorbona de París. A orillas del río, junto a la emblemática Plaza de Saint Michel, se encuentra también una de las librerías más famosas de París, la legendaria librería en lengua inglesa Shakespeare and Company. En definitiva, date un paseo por las callejuelas del barrio y disfruta del ambiente bohemio y cultural. Eso sí, ten cuidado con las compras, ¡no vaya a ser que tengas pagar por el exceso de equipaje a la vuelta! 3. Tómate una pizza y una cerveza en el Canal de Saint-Martin Esquiva la ruta más turística y acércate al Canal Saint-Martin, uno de los lugares favoritos de reunión de la juventud parisina. recorre los agradables muelles arbolados y descubre coquetos cafés, bistrós y bares de cerveza artesanal entre las plazas ajardinadas, los paseos adoquinados y los puentes de estilo veneciano. No solo te lo pasarás genial, además harás unas fotos increíbles. Si te resulta familiar la zona, puede que sea porque la viste en Amélie, la peculiar comedia romántica de 2001 ambientada en algunos de los lugares más pintorescos de París, incluido el Canal de Saint Martin. Cómprate una pizza y una cerveza en uno de los locales de comida para llevar y busca un sitio para sentarte y disfrutar de los reflejos de la luz del atardecer en las aguas del canal (si quieres emular a la protagonista de la película y lanzar una piedra al canal, ¡ten cuidado con el resto de la gente y con los barcos que pasan!). 4. Date un paseo por la Coulée Verte René-Dumont La Coulée Verte, o sendero verde, no es otra cosa que un encantador parque elevado en pleno corazón de París. En origen fue una vía de ferrocarril que atravesaba el centro de París a lo largo de un viaducto. Al caer en desuso, se convirtió en la apacible vía verde peatonal elevada repleta de exuberante vegetación que es hoy. Disfruta de las vistas del skyline parisino desde esta verde atalaya y rellena tu botella de agua con gas (¡sí, en serio!) en la fuente gratuita del Jardin de Reuilly, una de las pocas de este tipo que encontrarás en París. Sabemos lo imprevisible que es el clima de París, así que volvemos a proponerte otro plan encantador a cubierto en caso de que la cosa se ponga fea y no te apetezca caminar bajo la lluvia. ¿Qué tal un viaje al pasado? Descubre el París del siglo XIX en un paseo guiado por las evocadoras galerías y pasajes cubiertos de la ciudad. Puede que incluso salgas con algún que otro souvenir en tu haber. 5. Alquila una barca en el Bois de Boulogne Dos veces más grande que Central Park, el Bois de Boulogne es uno de los parques más grandes de París. Su ubicación, un poco alejada de las rutas turísticas, en el distrito 16, lo convierte en uno de los menos concurridos de la ciudad. En el Lac Inferieur (lago inferior) se alquilan barcas de remos, lo que te permitirá pasar una o dos horas disfrutando de sus tranquilas aguas. Después, date un paseo por el parque para oler las (muchas) rosas del hermoso jardín botánico Parc de Bagatelle. Si tienes suerte, por el camino podrás ver pavos reales y escurridizas ardillas rojas. 6. Disfruta de un hammam Sus maravillosos e intrincados mosaicos y su impresionante minarete de 33 metros de altura no son las únicas razones por las que visitar la Gran Mezquita de París, en el Barrio Latino. También hay un hermoso hammam de estilo bizantino con una sala de vapor de mármol y una fuente de agua. Reserva una exfoliación o un vigoroso masaje para vivir una experiencia casi religiosa y completa tu transición a un estado zen total con la degustación de deliciosos baklavas y té a la menta en el precioso patio. Ten en cuenta que, por motivos religiosos, hay horarios distintos para hombres y mujeres en el hammam. 7. Juega a la petanca La petanca, uno de los pasatiempos más relajantes que existen, es también uno de los más populares en Francia. Verás tanto grupos de estudiantes como personas mayores pasándolo en grande en jardines y plazas con este juego. Nuestra recomendación si quieres practicarlo es que te acerques a la Place de la Nation o al maravilloso Jardín de Luxemburgo, donde también podrás jugar al ajedrez gigante, al tenis o con antiguos barcos de juguete en el estanque ornamental. 8. Contempla la puesta de sol (¡o el amanecer!) Las puestas de sol en París son realmente increíbles. Cuando el cielo se tiñe de rosa y púrpura, y las luces de la ciudad comienzan a iluminarse, el ambiente se llena de magia. No es de extrañar que este momento del día (y su homólogo matutino) haya servido de inspiración a tantos artistas en la historia. Haz un crucero por el Sena para contemplar desde el agua los monumentos más emblemáticos de París, como el Louvre y el Puente Alejandro III, iluminados. O si prefieres contemplar la ciudad a vista de pájaro, el mirador de la moderna Torre de Montparnasse es una muy buena opción. Algo menos tranquilo, ya que el barrio suele animarse bastante con la caída de la noche, pero también maravillosa puede ser una visita a la colina de Montmartre para disfrutar de las imponentes vistas de toda la ciudad con el Sacré-Cœur a tus espaldas. 9. Visita jardines repletos de arte Como ya habrás comprobado, en París nunca se está muy lejos de un parque o un jardín, así que es fácil desconectar del bullicio de la ciudad y pararse a oler las rosas, literalmente. El Jardín de las Tullerías, del siglo XVII, situado estratégicamente entre el Louvre y la Plaza de la Concordia, es un agradable parque con dos estanques, estatuas de Rodin y Giacometti y numerosas sillas en las que descansar. Otro jardín en el que abundan las esculturas es el Museo Rodin, donde los estanques ornamentales, los setos de boj perfectamente cuidados y una variedad de famosas piezas del célebre escultor te permitirán pasar una o dos horas de total relajación. No es precisamente un jardín, aunque tiene zonas realmente boscosas, y solo encontrarás esculturas en las lápidas más elaboradas, pero también es un lugar en el que pasar un rato de relajada introspección. Nos referimos al famoso Cementerio de Père Lachaise, lugar de descanso de Molière, Oscar Wilde, Maria Callas, Édith Piaf y Jim Morrison, entre muchas otras figuras de la cultura y la historia. 10. Contempla a la gente desde la terraza de un café Pocas cosas hay más parisinas que sentarse en la terraza de un café a contemplar cómo pasa la vida ante tus ojos. Pídete un café con un croissant y actúa como si llevases toda la vida en esta ciudad. Lo normal es que no te traigan la cuenta hasta que no la pidas, así que tienes todo el tiempo del mundo para relajarte y disfrutar de uno de los mejore espectáculos de la ciudad: las ajetreadas vidas de sus habitantes. Ahorra en París con Go City® Hasta aquí nuestra selección de los mejores planes relajantes en París. Y, si además de disfrutar y descansar en tus vacaciones en París, también quieres ahorrar en las entradas para las principales atracciones de la ciudad, solo tienes que hacerte con un pase turístico de Go City®. ¡No te lo pierdas!
Maria Ermitas Barrasa Rodriguez
Maria Ermitas Barrasa Rodriguez
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Los mejores bares de París

Gran parte de la vida social en Francia transcurre en cafeterías, terrazas, restaurantes, y bares. La hora de comer, la hora del aperitivo, las reuniones con amigos para tomar un vinito al anochecer... Tanto es así que el código laboral francés prohíbe a los trabajadores comer en el sitio de trabajo. Sí, así es. Es una ley: tienes que salir de la oficina para comer. Y cuando se trata de salir de fiesta por la noche, París nunca falla. Pero ¿cómo elegir entre las decenas de establecimientos de la capital? Para ayudarte en eso, hemos preparado una lista de los mejores bares de París; cervezas, cócteles, noches de baile... ¡déjate llevar por la locura de las noches parisinas! Cerveza fresca ¿Buscas una terraza soleada para disfrutar del final del día? ¿O un lugar agradable para descansar de la dura vida de turista tomando una o dos cervezas refrescantes? La tendencia de las cervezas artesanales también ha llegado a París, cómo no. Cada día más microcervecerías se instalan en la capital, y ahora es posible beber deliciosas cervezas locales en medio de París. Te recomendamos la Paname Brewing Company, con sus cervezas elaboradas in situ, sus platos para compartir y, sobre todo, su gran terraza con vistas al Quai de la Loire. No muy lejos de allí, el Atalante, con su barra de ocho metros, su veintena de grifos y sus amplios bancos al sol, es también un fuerte competidor para el primer puesto. Por supuesto, no se puede negar que los vecinos belgas son los especialistas en bebidas de lúpulo, y por eso queremos incluir no uno, sino dos bares belgas en nuestra lista: los dos establecimientos del Brussels Beer Project están situados respectivamente en Pigalle (cerca del Muro del Amor), y cerca del Canal Saint-Martin (genial en primavera y verano), y ofrecen variedades originales y sorprendentes. Por último, si andas por el Barrio Latino o los Jardines de Luxembourg, ve a La Robe et la Mousse, un respiro de aire fresco con su atmósfera informal y amigable en el elegante distrito 6. Vinos Es imposible visitar París sin disfrutar de las delicias gastronómicas francesas, y el vino está en lo más alto de la lista, por supuesto. En el corazón de París se encuentra el local original de Les Domaines Qui Montent, donde podrás degustar vinos de toda Francia; este bar también ofrece deliciosa comida, y puede ser una buena opción para cenar. Tienen otras sucursales por toda la ciudad. Pero cuando se dice vino, se dice queso. Los parisinos suelen acompañar su aperitivo con la famosa “planche de fromages”. Y entonces los visitantes nos preguntamos ¿qué vino va mejor con qué queso? ¿Cómo hacer los mejores maridajes? Si estás un poco perdido, es buena idea ir a Aux Petits Crus, cerca de la Bastille, donde la carta está diseñada para ayudarte a descubrir varios vinos acompañados del queso que combina mejor. Si andas por el distrito 13 (visitando las catacumbas, por ejemplo) ve a Simone, donde se hace hincapié en los vinos naturales y biodinámicos, así como en productos excepcionales como la charcutería del suroeste y las ostras de Normandía; otro lugar céntrico que te recomendamos en el distrito 6 es el Le Vin en Bouche, un bar/bodega donde también se pueden comprar buenas botellas. Cocteles El Jacques, súper céntrico, elegante, de moda y con excelentes cocteles, es una de nuestras opciones favoritas: escondido en la segunda planta del Hotel Hoxton, ofrece deliciosas bebidas elaboradas con productos de alta calidad. Mención especial para el Maguey Express: tequila, mezcal, jarabe de eneldo, limón y piña. También te recomendamos el bar de la azotea del Terrass Hôtel, con unas vistas fabulosas de París. Ubicado en Montmartre, es perfecto para ver la puesta de sol sobre los edificios Haussmann y la Torre Eiffel mientras degustas uno de los excelentes cócteles creados por el barman. La ginebra en particular ocupa un lugar especial en el menú. Toma nota también de estos dos establecimientos para disfrutar de vistas increíbles y cocteles: Le Perchoir y Mama Shelter. Por último, no podemos tener una lista de las mejores coctelerías de París sin mencionar Le Syndicat. Detrás de una puerta que no parece gran cosa y que casi podría pasar desapercibida se encuentra uno de los establecimientos más innovadores de la capital. Para que te hagas una idea, he aquí algunas de las recetas actuales: el Floup (ruibarbo, coñac y Suze), La Feuille verte (brotes de remolacha, cerveza y Jurançon) o la Bulle de Coco, elaborado con aceite de coco y champán. En resumen, si te gusta probar algo nuevo y diferente, este es tu lugar. La hermana pequeña del Syndicat se llama La Commune. Ubicado en el barrio de moda de Belleville, está especializado en cocteles para compartir. Baila sin cesar Después de unos cocteles, la noche se pone en marcha y ahora es momento de mover el esqueleto. Aquí tienes algunos bares donde presumir tus pasos de baile en los que seguro que encontrarás un buen ambiente. En una barcaza atracada en el muelle de Austerlitz, en el Café Oz Rooftop podrás bailar y contemplar el Sena al mismo tiempo. El logo del Café Oz es ya un emblema de las fiestas parisinas para los jóvenes, y hay varios en la capital. Meca de las noches parisinas, L'Alimentation Générale ofrece una mezcla musical muy variada, desde hip hop hasta electrónica, pasando por todo lo que te puedas imaginar, con noches de DJ y música en vivo. En el parque de La Villette puedes intentar À la folie y sus alocadas noches, a menudo temáticas (consulta la cartelera). Si lo tuyo es el ritmo tropical, París no te defraudará. Ve a bailar a La Pachanga y entrarás de lleno en el ambiente salsero parisino. Seguro sales de allí con una larga lista de lugares donde se congregan los seguidores del ritmo de la ciudad. Por último, los amantes del jazz serán muy felices en el emblemático Caveau de la Huchette, un club histórico situado en el corazón del Barrio Latino. En el mismo barrio, te recomendamos otro lugar legendario: Le Piano Vache. Ve los lunes por la noche (consulta su página primero) para escuchar el jazz manouche de músicos extraordinarios. Extra: bares escondidos Aunque París no vivió la prohibición, algunos bares de la capital se han inspirado en el estilo de los speakeasies clandestinos que abundaban durante esa época en los Estados Unidos. Se ocultan detrás de escondites más o menos fáciles de encontrar: es el caso del Lavomatic, discretamente ubicado en el primer piso de una lavandería; el Moonshiner, en la parte trasera de una pizzería; o el Little Red Door, escondido detrás de —lo has adivinado— una pequeña puerta roja. Seguro tú encuentras alguno más. Entonces ¿nos vamos de fiesta a París? Pero antes de empacar tus zapatos de baile, no olvides tu pase de Go City: ¡todas las atracciones de la capital en una sola aplicación!
Anna Rivero

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