¿Estás pensando en irte de vacaciones a San Diego y tienes ganas de desconectar de verdad y relajarte todo lo posible, pero aún no tienes claro qué hacer durante tu visita? Para eso estamos aquí, para chivarte nuestros planes relajantes favoritos en San Diego.
¿Y qué hay más relajante que ver salir el sol desde los acantilados de la costa californiana, disfrutar de un delicioso brunch en una terraza costera y descubrir una de las vidas marinas más ricas y coloridas del planeta? Todo eso y mucho más te contamos en nuestra guía de las diez cosas más relajantes que se pueden hacer en San Diego. ¿Empezamos?
1. Date un paseo matutino a orillas del océano
Las primeras horas de la mañana son, con diferencia, el mejor momento para tener las playas doradas de San Diego todas para ti. Bueno, casi. Date un paseo por la suave arena con la única compañía de los pescadores locales y las focas autóctonas, que a esas horas se disputan la pesca mañanera. De hecho, si te seduce la idea, incluso puedes unirte a ellos y probar suerte con la caña de pescar.
Recorre el muelle de madera de Pacific Beach para hacerte el selfie perfecto al amanecer antes de que lleguen las multitudes, o pasea por los acantilados desiertos de La Jolla para disfrutar de unas increíbles vistas panorámicas del océano. Incluso puedes llevarte la esterilla de yoga para alcanzar la máxima serenidad matutina. Respira profundamente mientras dejas que el relajante sonido de las olas haga su efecto. Ommm.
2. Tómate un brunch en Ocean Beach
Situado justo al sur del río, Ocean Beach es el barrio bohemio más tranquilo de San Diego. En él descubrirás arte urbano, boutiques de surf, tiendas de comida orgánica, cervecerías artesanales y estudios de tatuajes. También abundan en esta zona los locales que sirven brunch, muchos de ellos con encantadoras terrazas en las que poder observar el pulso de la ciudad mientras te relajas.
El menú del popular Breakfast Republic, en la bulliciosa Newport Avenue, está inspirado en la gastronomía sureña y en especialidades de Tijuana. Algunos de los platos favoritos del público son las gambas con sémola de maíz y salsa picante, y el burrito californiano de carne, huevo y pico de gallo. Si prefieres opciones más dulces, acércate a la terraza del restaurante The Old Townhouse y disfruta de sus deliciosas tortitas, tostadas y gofres.
3. Explora los jardines de San Diego
El extenso Balboa Park es uno de los mejores lugares para relajarse en San Diego. En el parque hay varios jardines, uno de los más llamativos es el Alcázar, que, con sus cuidados setos, sus hermosas fuentes y sus coloridas flores, es un lugar perfecto para relajarse y alegrarse la vista. Y hablando de vistas, acércate a la pérgola del jardín para contemplar la encantadora California Tower, una de las joyas de estilo colonial de San Diego.
Si viajas a finales de primavera, la rosaleda, con sus cerca de 200 variedades de rosas, es parada obligatoria, ya que las flores están en su punto álgido en esas fechas. Disfrutarás de un derroche de fragancias y colores increíble. Pero el lugar más zen con diferencia de todo Balboa Park es el jardín japonés de la amistad, con sus relajantes estanques koi, sus hipnóticas fuentes, sus bonitos bonsáis y sus espectaculares cerezos en flor.
4. Pasa el día en Mission Bay
Mission Bay es la mayor bahía de agua salada artificial del mundo. Así que, si te apetece relajarte con alguna actividad acuática, este es el lugar perfecto. Hay esquí acuático, paddlesurf, surf, motos acuáticas y veleros, por nombrar solo algunas. Las playas de la zona también son ideales si viajas en familia, con sus aguas tranquilas en las que chapotear y su arena dorada para construir castillos o incluso enterrarse en ella. Prepara un picnic y ponte crema solar para pasar un día de lo más relajante en las playas de San Diego.
5. Explora las cuevas de La Jolla
Los enormes bosques de algas de la costa de San Diego atraen todo tipo de maravillosa vida marina. Alquila un kayak y rema con calma hasta el parque submarino San Diego-La Jolla Underwater Park, justo al lado de la costa. Si hace bueno y las aguas están claras, podrás ver cómo nadan a tu lado llamativos garibaldis, de color naranja intenso, inofensivos tiburones leopardo, rayas, tortugas marinas y muchas otras criaturas autóctonas. Y si navegar a su lado no te parece suficiente, colócate el equipo de esnórquel y lánzate a bucear con ellos.
En las famosas siete cuevas secretas de La Jolla, además de muchas otras especies locales, también es posible que te topes con unas cuantas focas durante tu exploración. Pero no solo las focas habitaban estos parajes misteriosos. Cuenta la leyenda, que estas cuevas las utilizaban los contrabandistas de alcohol y opio para esconder sus mercancías durante la época de la prohibición.
6. Visita Coronado Island
A pesar de su nombre, Coronado es en realidad una península, ya que está conectada con San Diego por una estrecha lengua de tierra conocida como Sliver Strand. Por su situación, Coronado ofrece una de las mejores vistas del skyline de la bahía de San Diego, pero además está plagado de playas maravillosas, simpáticos mercados y edificios emblemáticos, como el cinematográfico Hotel del Coronado. En resumen, todo lo que necesitas para un día playero relajante.
A Coronado Island se puede llegar en ferri, en autobús, en bicicleta o incluso andando (eso sí, la caminata por Siver Strand te llevará más de dos horas, tenlo en cuenta). De hecho, si el plan es tomártelo con calma, te recomendamos que recorras solo un tramo en bici o caminando, no es cuestión de acabar con agujetas en tu día de relax. Otra opción activa, pero relajada, es pasar un rato practicando el paddlesurf en las playas de Coronado. Dicen que este deporte acuático es de lo más zen que se puede hacer en el agua, así que no te prives.
7. Haz una ruta de senderismo
El senderismo es una forma estupenda de conocer la singular topografía de San Diego. Los imponentes cañones y las vastas reservas naturales de la zona ofrecen un montón de oportunidades para caminar, y lo mejor es que, podrás disfrutar de unas vistas increíbles con muy poco esfuerzo. Dirígete Torrey Pines, en los acantilados de La Jolla, donde las formaciones rocosas monolíticas, los pinos en peligro de extinción y las vistas panorámicas del océano están a la orden del día.
Si prefieres que tus caminatas sean un poco más exigentes (pero tampoco demasiado, no te preocupes), el Parque Regional Mission Trails te ofrece casi cien kilómetros de senderos a lo largo de toda su extensión. Además, cuenta en su interior con Cowles Mountain, el pico más alto de San Diego con casi 500 metros de altura. Desde donde podrás contemplar unas maravillosas vistas panorámicas de la ciudad y de sus alrededores.
8. Prueba la cerveza artesanal
Tal vez no lo sepas, pero San Diego puede presumir de ser la capital de la cerveza artesanal de Estados Unidos, con montones de cervecerías independientes repartidas por sus barrios de moda, desde Ocean Beach hasta North Park, pasando por todos los demás.
La gran concentración de cervecerías artesanales en torno a University Avenue y 30th Street, en North Park, hace de esta zona el lugar perfecto para ir de bar en bar degustando la amplia gama de imaginativas cervezas locales: IPAs cítricas, rubias aromatizadas, cerveza negra y un largo etcétera. Eso sí, tómatelo con calma, que al día siguiente hay seguir con la diversión.
9. Visita un acuario
En lo alto de una colina de La Jolla, a unos 20 kilómetros al norte del centro de la ciudad, se encuentra el Birch Aquarium, la alternativa relajante al adrenalínico SeaWorld. Este acuario forma parte del Instituto Oceanográfico Scripps de San Diego y en él descubrirás criaturas tan fascinantes como tortugas bobas, pulpos gigantes del Pacífico, tiburones, rayas y mucho más.
Pero si quieres vivir una experiencia insólita, te recomendamos que visites Tidepool Plaza, donde podrás interactuar con langostas, tiburones leopardo y otras muchas criaturas que habitan en las pozas de mareas. Pero, además, podrás comprobar si la sensación de que cientos de diminutos peces limpiadores te mordisqueen los dedos de los pies es realmente tan relajante como dicen. ¡Ya nos contarás!
10. Contempla la puesta de sol
No hay nada más romántico y relajante que ver cómo el cielo californiano se tiñe de púrpura, anaranjado, rojo y rosado a medida que el sol desciende en el horizonte. Hazte con una botella de vino (o de champán) y con algo de picar y dirígete a cualquiera de los estupendos miradores que salpican los 112 kilómetros de costa de San Diego. Entre los lugares favoritos de todo el mundo están Torrey Pines, el puerto de la bahía de San Diego y los bien llamados Sunset Cliffs (acantilados de puesta de sol), al sur de Ocean Beach.
Y si en vez de llevar tu propio picnic, prefieres sentarte en una terraza a tomar algo, solo tienes que acercarte hasta las azoteas del paseo marítimo de Mission Beach, o al estupendo Crystal Pier, en Pacific Beach. Tómate tu tiempo y disfruta del paisaje, no hay mejor manera de terminar el día.
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Hasta aquí nuestra selección de los mejores planes relajantes en San Diego. Esperamos que te hayan servido de inspiración para tu viaje.
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