Cada uno tiene su propio motivo para visitar San Francisco. Tal vez te atraiga la ciudad por sus excelentes museos; o porque es la meca de la liberación gay y la lucha por el derecho a la diversidad sexual y de género; o igual quieres conocer su increíble escena gastronómica, una de las más variadas e innovadoras en los Estados Unidos.
O puede ser que quieras ver por ti mismo la belleza arquitectónica y natural de esta ciudad entre el mar y la bahía, de colinas y niebla, rodeada de bosques y playas. Sea cual sea la razón que te mueva, en San Francisco hay algo para todos, y tres días son más que suficientes para hacerse una buena idea del carácter y la fisionomía de la ciudad.
¿Cómo aprovechar al máximo tres días en San Francisco? Sigue el itinerario ideal preparado por el equipo de Go City para no perderte de nada en esta ciudad extraordinaria.
Día 1: De Fisherman's Wharf a las Painted Ladies
Llevas mucho tiempo esperando tu viaje a San Francisco, ¡y ya estás aquí! En este primer día, te sugerimos que empieces por uno de los lugares históricos más emblemáticos de la ciudad: Fisherman's Wharf. Construido en 1853, es la parte más antigua del puerto de San Francisco. Empieza la mañana paseando (puedes tal vez hacer un tour con un guía que te contará todas las historias detrás de este lugar). Ve a visitar a los leones marinos que toman el sol en los muelles del Pier 39.
Reserva tus entradas con antelación si quieres visitar la antigua prisión de Alcatraz. Este sería el mejor momento de hacerlo: desde la isla tendrás una maravillosa primera impresión del perfil de San Francisco y su puente carmesí. Si no logras la entrada, siempre puedes hacer un tour en barco por la bahía que te llevará por debajo del Golden Gate.
Después de la visita a Alcatraz, seguramente sea hora de comer algo: para ello, sugerimos una visita a Chinatown. El barrio chino de San Francisco alberga la mayor comunidad china fuera de Asia, y está lleno de restaurantes donde se puede disfrutar de una deliciosa comida. Después de comer, puedes hacer una parada de descanso en Portsmouth Square, un parque al que acuden los lugareños para practicar tai chi y jugar al ajedrez.
Esta plaza está a solo 15 minutos caminando de Telegraph Hill, un barrio muy bonito cuya colina tiene una torre de observación en su cima, la Coit Tower. Se puede subir en elevador (hay que pagar un pequeño monto) y las vistas de la ciudad y la bahía son espectaculares desde allá.
Otra alternativa es ir al SFMOMA, también a poca distancia de Portsmouth Square. Es el museo de arte moderno de San Francisco, y aquí podrás ver obras de René Magritte, George Braque, Paul Klee y Marcel Duchamp, así como de muchos artistas estadounidenses como Andy Wharol, Edward Hopper y Jackson Pollock. El edificio en sí merece una visita: con su arquitectura futurista, fue diseñado por Mario Botta a principios de la década de 1990, y después ampliado por otro despacho de arquitectura en los dos miles.
Para finalizar el día, las Damas Pintadas te esperan. Las “Painted Ladies” son una serie de siete casas de estilo victoriano, situadas frente al parque de Alamo Square. Es uno de los símbolos de San Francisco. Verlas resaltar sobre el horizonte del atardecer es una verdadera obra de arte en el corazón de la ciudad. Y si te organizas (y el tiempo te acompaña) podrías hacer una cena-picnic en el parque de Alamo Square.
Otra opción para tomar una copa y cenar es la zona de Union Square, donde encontrarás muchos restaurantes y bares. Nos gustan especialmente el Hawthorn, con dos espacios diferentes, uno para conversar y otro para bailar; el Pacific Cocktail Haven, famoso por sus (muy) originales recetas de cocteles, o el Benjamin Cooper, para esa combinación infalible: ¡cocteles y ostras!
Día 2: El puente Golden Gate (y el parque del mismo nombre)
Tanto si te fuiste temprano a dormir como si te quedaste de fiesta toda la noche, ha llegado la hora de tu segundo día de turista en San Francisco. Para hoy te proponemos ir a ver el icono más famoso de San Francisco: el puente Golden Gate, por supuesto. Para admirarlo al máximo, hay varias opciones: el parque Crissy Field, para verlo en su totalidad; o Fort Point, para verlo más de cerca. Pero nuestra vista favorita es la de la playa de Baker: ¿qué puede ser mejor que descansar un momento en la arena al pie de los acantilados y el magnífico puente?
Después, visita el Golden Gate Park (¡no confundir con el puente del mismo nombre!). Tal vez para este momento ya empieces a tener hambre. En el parque hay opciones para comer, desde carritos de clam-chowder (los fines de semana) hasta restaurantes elegantes, y una casa de té japonesa (dentro del Jardín japonés, of course).
Dentro de este inmenso parque de 412 hectáreas se encuentran la Academia de Ciencias, el Jardín Botánico y el Museo de Young, el gran museo de las bellas artes de San Francisco, donde se pueden ver hermosas colecciones de arte americano, africano y oceánico. Elije uno para visitar con tranquilidad, te lo dejamos a tu albedrío.
Cambia de escena y admirar la puesta de sol desde los Twin Peaks, las emblemáticas colinas de San Francisco (nada que ver con los Twin Peaks de David Lynch). Desde allí tendrás una magnífica vista. Y, para la noche, hay varias opciones: puedes ir a un restaurante con vistas como el Radhaus, que ofrece una preciosa panorámica del puente Golden Gate, el Top of the Mark, para ver la bahía, o el Mister Jiu's, una institución en el barrio de Chinatown.
Si todavía tienes energía y quieres descubrir algo de la ajetreada vida nocturna de la ciudad, ve al distrito Misión, y en particular a la calle Valencia. Música en directo, cerveza, cocteles, y un público joven y alocado en bares como The Chapel y Blondies. Para disfrutar de la vida nocturna gay, dirige tus glamourosos pasos al distrito Castro.
Día 3: Cruza el puente y visita Sausalito
Para terminar tu viaje con estilo, te sugerimos que visites Sausalito, una pequeña ciudad al otro lado del Golden Gate. Puedes tomar el autobús turístico Hop-on Hop-off, que te llevará por encima del puente, y si vas en el segundo piso, las vistas serán absolutamente impresionantes.
Sausalito es una pequeña y pintoresca comunidad de unos 7,000 habitantes, algunos de ellos ilustres (Isabel Allende, por ejemplo, vive aquí). Orgullosa de su pasado rebelde, durante la época de la Ley Seca albergó muchos bares clandestinos que vendían alcohol de contrabando. Durante la Segunda Guerra Mundial fue un lugar de construcción naval, pero a partir de los años 60, la comunidad hippie se instaló en el pueblo y construyó...
...casas-barco que aún se pueden ver hoy en día, y que por sí solas justifican el viaje. En su principio, eran barcos abandonados de la época industria de la ciudad que la gente habilitó para vivir (todo muy hippy), pero con los años se transformaron en verdaderas casas, algunas de ellas realmente lujosas y muy bellas. Sausalito sigue conservando un carácter peculiar, y es una excelente manera de cerrar tu viaje.
Vuelve a la ciudad en el autobús y escoge dónde parar para tu última cena antes de irte de San Francisco. El barrio italiano de San Francisco se llama North Beach, y puede ser una opción excelente para cenar, ya que aquí se concentran muchos de los mejores restaurantes de la ciudad. Pero seguro no será la última cena: estamos seguros de que regresarás.
En resumen...
Después de tres días de paseo por San Francisco y sus alrededores, estamos convencidos de que habrás caído bajo el hechizo de esta ciudad única. Con sus cincuenta colinas, sus casas de colores y sus vistas al océano Pacífico, la Ciudad de la Bahía hace las delicias de los viajeros que pisan su suelo. Advertencia: muchos se han quedado a vivir aquí después de un viaje como el tuyo, “de nada más tres días”.
Si quieres más ideas para tu viaje de tres días, sigue leyendo nuestro artículo sobre qué hacer en San Francisco, donde te damos más detalles de nuestras actividades y lugares predilectos. Y antes de que te vayas a hacer tu maleta, te dejamos un último consejo: no viajes sin uno de los pases que Go City te ofrece en esta ciudad (en caso de que te guste ahorrar, claro). Ahora sí: Happy travels!