Los mejores planes en Viena

La capital de Austria hace volar la imaginación de los viajeros con su larguísima y protagónica historia, su grandiosa arquitectura imperial, el arte y la poesía que han surgido de ella —y con su deliciosa repostería. Viena fue y sigue siendo uno de los centros culturales, gastronómicos, artísticos y de innovación más importantes de Europa, y cuenta con un sinfín de visitas obligadas que figuran en la lista de cualquier viajero ávido.

Si quieres conocer la joya más brillante del Danubio estás en el lugar adecuado. Hemos recopilado lo mejor de Viena para que tú no tengas que hacerlo, así que saca tu cuaderno, o abre tu Excel, o lo que uses para planear tus viajes, y ¡toma nota!

Haz un tour en autobús

Esta es la forma más eficaz de conocer Viena en una primera visita. Ponte cómodo, recorre la ciudad a bordo de un Big Bus, y deja que lo mejor de la capital austriaca venga a ti. Sube y baja a tu antojo en cualquiera de las paradas explorando la ciudad a tu ritmo.

Con cualquiera de las dos rutas a elegir tendrás una buena visión de los principales lugares de interés. En tu paseo por la ciudad verás el suntuoso Palacio de Hofburg, el Barrio de los Museos, la plaza Schwedenplatz a orillas del canal, catedrales medievales, grandes espacios verdes abiertos y mucho, mucho más.

Además, puedes escuchar la narración de las rutas en tu propio idioma para conocer un poco más de la historia y los datos ocultos de la ciudad. Estudia las rutas, escoge una, y planea tu día visitando alguno de los lugares emblemáticos a los que te lleva el autobús.

Museo de Historia del Arte de Viena

Es EL museo de Viena, con una enorme colección de arte y objetos que cubren gran parte de la historia del arte, como su nombre lo indica. El edificio del Kunsthistorisches Museum es simplemente majestuoso (y es uno de los lugares que puedes visitar el día que hagas tu ruta en el bus turístico), y sus interiores no se quedan atrás.

Pasea por sus galerías para admirar pinturas de Tintoretto, El Bosco, Caravaggio, Rubens, Velázquez y muchos otros viejos maestros y alguna que otra maestra.

Ve a ver el penacho de Moctezuma

A un lado de este mastodonte del arte que es el Museo de Historia del Arte se encuentra el Weltmuseum (el Museo de Etnología), donde se encuentra el hermoso penacho de Moctezuma. Esta pieza de arte plumario lleva años en el centro de una polémica: demasiado frágil para moverla de Viena, el pueblo mexicano espera hallar la manera de que algún día regrese a su lugar de origen (tal vez en un futuro próximo cuando avance la tecnología para transportar arte).

El gran mercado de Viena: Naschmarkt

Hacer turismo da hambre, y qué mejor lugar para parar a comer algo que el magnífico mercado central de Viena: Naschmarkt. En este mercado encontrarás algo para todos los gustos entre el estrecho laberinto de puestos y pabellones donde venden deliciosos manjares de todo el mundo. Desde la cocina india a la israelí, pasando por vinotecas, queserías, fruterías y tiendas de verduras, no te faltará variedad para elegir.

Siéntate en uno de los pequeños pero fabulosos restaurantes, o toma una mesa afuera para observar la multitud de felices compradores mientras comes. Los sábados el Naschmarkt se llena de vida cuando los vendedores de un gran rastro de antigüedades y todo tipo de objetos de segunda mano se suman a los puestos habituales.

Entre comida, bebida, caprichos y souvenirs por doquier, seguro que te llevas alguna que otra joya.

Palacio de Schönbrunn

Un viaje a Viena sin visitar el magnífico Palacio de Schönbrunn es un viaje incompleto, francamente. Este sensacional palacio barroco, antigua residencia de verano de la familia imperial de los Habsburgo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es una de las visitas más populares de la capital austriaca.

Puedes explorarlo a tu aire o unirte a una visita guiada (algo que recomendamos) para sumergirte en la fascinante, escandalosa y fabulosa historia de la élite. No te pierdas la Gran Galería, una sala de 40 metros de largo incrustada con un suntuoso estuco dorado y coronada por hermosos frescos; o el Salón de los Espejos, un salón resplandeciente donde Mozart tocó para la corte real cuando era sólo un niño.

En el exterior, respira el aroma de los fragantes jardines que conducen a la Gloriette, un precioso pabellón en lo alto de una colina con vistas incomparables de la ciudad, y después haz una parada en el zoológico del palacio que alberga más de 700 especies, como jirafas, elefantes, orangutanes e incluso pandas gigantes. También hay una casa de varios pisos en la zona tropical donde se pueden avistar algunas de las criaturas más asombrosas y escurridizas del mundo.

El Belvedere

Este grupo de palacios del siglo XVIII, a tiro de piedra del centro de Viena, es un verdadero espectáculo para la vista.

Este complejo de obras maestras arquitectónicas, que en su día fue residencia de los Habsburgo, alberga ahora el Museo del Belvedere, una vasta colección de objetos de la Edad Media a 1900 repartida en tres edificios. Es muy conocido por ser hogar de varias piezas de uno de los hijos más famosos de Viena, Gustav Klimt. Su pintura al óleo y pan de oro, El beso, reside aquí.

Prueba una Sachertorte

Debe de ser la exportación culinaria más deliciosa de Viena, y en ningún sitio la encontrarás mejor hecha que en su ciudad natal. La Sachertorte, el famoso pastel de chocolate vienés, se caracteriza por su relleno de albaricoque (una fruta conocida también como chabacano o damasco) entre dos capas de bizcocho, todo ello cubierto por un glaseado de chocolate y tradicionalmente servido con crema.

Este sabroso manjar, típico de la cultura “kaffee und kuchen” (café y tarta) de la ciudad, no es difícil de encontrar. Nuestros favoritos se encuentran en Heiner Wolzeile, un precioso café con paneles de madera donde se puede disfrutar de la tarta, y de muchas otras delicias dulces que se muestras detrás del elegante mostrador curvado; Diglas, un café con asientos de color rojo brillante y extravagantes impresiones en blanco y negro que adornan la pared; Oberlaa, una cadena de pastelerías que se pueden encontrar por toda la ciudad; o el fabuloso Café Central, la última palabra en cafeterías vienesas.

Cenar bajo el maravilloso techo abovedado del Café Central te transportará a una época en la que podías codearte con antiguos clientes famosos como Trotsky y Freud.

Noria de Viena

Auténtico icono de la ciudad, la Reisenrad, la gran noria que marca la entrada al parque del Prater es una parada ineludible en tu viaje a Viena.

Famosa por su aparición en El tercer hombre, la película de suspense de 1949, la noria se construyó para conmemorar el Jubileo de Oro de Francisco José I. Con sus 65 metros, ostentó el título de la noria más alta del mundo entre 1910 y 1985 y ofrece la mejor vista de la ciudad desde lo alto de su circunferencia.

En la zona de entrada de la noria, ocho cabinas ofrecen información sobre 2 000 años de historia vienesa, así que también aprenderás un par de cosas antes de disfrutar de las atracciones del parque.

Ve a ver un concierto de música clásica

Nada más vienés que asistir a un inspirador concierto de música clásica en Haus der Musik, el primer museo de Viena dedicado a la música y el sonido. Varias noches a la semana, en una pequeña sala del edificio, la orquesta de cámara residente ofrece conciertos en vivo de una selección de los “grandes hits” de la música clásica: Mozart, Strauss, Haydn y Vivaldi, entre otros, con la participación de cantantes y una bailarina.

Palacio de Hofburg

Por último, pero no por eso menos importante, la pieza central del antiguo Imperio austriaco: Hofburg, la residencia de invierno de la antigua familia real, y uno de los palacios más grandes del mundo.

Hoy en día sirve de residencia y lugar de trabajo del presidente de Austria, además de albergar museos, una biblioteca y la tesorería. No te pierdas el Museo de Sisi, la emperatriz rebelde, para conocer más sobre la intensa vida de esta excepcional mujer. El complejo también incluye una gran capilla, una amplia plaza pública y la famosa Escuela Española de Equitación.

Ahorra en Viena con Go City

Bellísima, llena de historia y de actividades interesantes, Viena es también una ciudad cara, pero Go City te puede ayudar a cuidar tu presupuesto. Con el Pase Explorer, puedes escoger desde dos hasta siete entre más de 40 atracciones (tours, museos, palacios, experiencias interactivas, actividades para niños, etc.) y ahorrar más del 40% en el costo combinado de las entradas. Suena bien, ¿verdad? Casi como un vals vienés.