Qué hacer en Viena con tu pareja

¡Viena en pareja! Llena de inspiración, de música, de romanticismo... Perfecta para disfrutar en pareja, Viena es una ciudad mágica de anchos y bellos bulevares, palacios reales, museos de primera categoría, arquitectura gótica y barroca de cuento de hadas y, por supuesto, los mejores pasteles que jamás hayas probado. De hecho, la lista de actividades vienesas para adultos y parejas es casi interminable. Para ayudarte a decidir por dónde empezar, hemos elaborado una guía con algunas de nuestras favoritas:

• Paseos románticos por la Ringstrasse
• Clases de vals
• Jardines de palacios
• La Casa Imperial de las Mariposas
• Cruceros por el Danubio azul
• Sachertorte
• Balnearios y cuevas de sal
• El beso de Klimt
• La Ópera de Viena

Romance en la Ringstrasse

Los amplios paseos peatonales de Viena son un paraíso para los flâneurs, esos paseantes sin rumbo y abiertos a cualquier vicisitud que Walter Benjamin describió en el París del siglo XIX. La Ringstrasse, que rodea el casco antiguo, es una de las avenidas más bellas de la ciudad —es más: del planeta. Un paseo por cualquier tramo de este circuito de 5 km revela espléndidos palacios, parques encantadores y vistas del extraordinario tejado de mosaico de la catedral gótica de San Esteban, en el corazón de la ciudad.

Otros puntos destacados de la Ringstrasse son el magnífico monumento dorado a Johann Strauss en el frondoso Stadtpark, el edificio de la Ópera Estatal de Viena y un grandioso Ayuntamiento neogótico que no desentonaría en una película de Harry Potter. Así que toma una cámara en una mano y a tu pareja en la otra y disfruta de uno de los paseos más fotogénicos del mundo. Hay un tranvía para los que no quieren o no pueden caminar, y los románticos empedernidos pueden incluso recorrer la ruta y sus muchas atracciones en coche de caballos.

Baila el vals toda la noche

Antaño considerado totalmente escandaloso, incluso pecaminoso, debido a la proximidad de sus participantes, el vals —al igual que sus principales exponentes Schubert y Strauss— se ha convertido en un icono vienés. ¿Qué mejor lugar para dar tus primeros pasos en el mundo de los bailes de salón que una ciudad que lo vive y lo respira? Si tienes dos pies izquierdos, no te preocupes: los movimientos lentos del vals y sus tres pasos lo convierten en uno de los bailes más fáciles de aprender. Con las clases que se imparten en prestigiosas escuelas de baile, como la Rueff y la Elmayer, lograrás conquistar a tu media naranja en un abrir y cerrar de ojos. Vamos allá: UN, dos, tres, UN, dos, tres...

Grandes jardines

Los numerosos parques, jardines y palacios de Viena son el material del que están hechos los sueños. Explorar sus numerosos monumentos, estatuas, fuentes y jardines de flores es una actividad para adultos por excelencia, con deslumbrantes oportunidades para hacer fotos. Visita el jardín que separa los dos edificios barrocos del Palacio Belvedere, cuya posición elevada ofrece unas vistas impresionantes del horizonte de Viena; si vas a principio del verano, pasea al atardecer por la rosaleda Volksgarten y respira el aroma de las flores; y por ningún motivo te pierdas los épicos jardines del Palacio de Schönbrunn (declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), con su césped perfectamente cuidado, sus fuentes ornamentales, sus invernaderos y sus impresionantes parterres simétricos.

Mariposas en el estómago

Rodéate de mariposas en la Casa Imperial de las Mariposas, situada en otro jardín, esta vez el hermoso Burggarten, entre el palacio de Hofburg y el museo de arte Albertina, un colorido pedazo de naturaleza en pleno centro de la ciudad. Entra en este espléndido invernadero, repleto de plantas y arbustos exóticos como hibiscos y papayas, y admira unas 400 mariposas tropicales que revolotean entre los comederos y se arremolinan alrededor de la cascada. Un puente elevado ofrece una “vista de mariposa” de la acción para que puedas admirar el mariposario en todo su esplendor alado.

Crucero por el Danubio Azul

Si aún no conoces la oda de Strauss al Danubio Azul, una de las piezas de música clásica más famosas de todos los tiempos, seguro que la conocerás después de pasar unas horas en Viena. Pero mejor aún, podrás explorar el río que inspiró su vals lleno de emoción en un crucero de un día, disfrutando por el camino de unas vistas de cuento de hadas de la campiña austriaca. Podrás perder tu vista en verdes viñedos, antiguas abadías y castillos majestuosos. Seguro te sorprenderás tarareando distraídamente la melodía de Strauss durante varias semanas.

Una porción de Sachertorte

Si buscas cosas bonitas que hacer en Viena con tu media naranja, no puedes dejar de visitar uno de los legendarios cafés de la ciudad para compartir una (o dos) porciones de Sachertorte. Rica y densa, esta icónica tarta de chocolate es el paraíso en un plato. Pruébala en el Café Sacher, el lugar donde se la inventaron. O en su acérrimo rival, el Demel, que no está de acuerdo con la historia de los orígenes del Café Sacher, a pesar de haber perdido un juicio en los años sesenta. Los techos abovedados tipo catedral del Café Central, que en su día frecuentaron personajes como Freud y Trotsky, también son un telón de fondo espectacular para tu primera experiencia con la Sachertorte. Y no te juzgaremos si optas por probarla en los tres lugares mencionados.

Balnearios y cuevas de sal

¿Sabías que Viena alberga el mayor balneario urbano de Europa? Pues ahora ya lo sabes. Spa Therme Wien es un enorme complejo termal (26 piscinas y 24 saunas) a sólo 15 minutos en metro del centro de la ciudad. Además de múltiples piscinas termales y más saunas finlandesas de las que caben en tu imaginación, cuenta con restaurantes, un spa de día y un parque acuático para mantener ocupados a los niños, en caso de que se hayan traído a los más pequeños de vacaciones. Para una experiencia más corta pero no menos relajante, dirígete a la cueva de sal Salzquelle, una apacible gruta incrustada de sal del Mar Muerto justo en la Ringstrasse, a tiro de piedra del Stadtpark. ¡La vida del turista es dura!

Un beso frente a El beso

El Belvedere es un ostentoso y opulento palacio barroco de 300 años de antigüedad. Convertido en museo, ahora contiene 800 años de historia del arte, incluidas muchas obras maestras vienesas modernas, entre las que destaca el icónico cuadro El beso de Gustav Klimt. Compite con la multitud para tomar el selfie perfecto con tu pareja besándose delante de esta obra maestra de la Secesión vienesa.

Asiste a un espectáculo

Su asociación con Mozart, Schubert, Haydn y la dinastía Strauss le ha valido a Viena el sobrenombre de "Ciudad de la Música". Y, como era de esperar, las oportunidades de escuchar las composiciones de estos grandes de la música clásica —y de muchos otros— abundan por toda la ciudad. Acude a la Ópera de Viena para disfrutar de una lista de legendarios ballets y óperas que incluye Las bodas de Fígaro, La Traviata, Carmen y Tosca. O asiste a uno de los grandes musicales como Cabaret y Sonrisas y lágrimas en la Ópera Popular. También puedes escuchar conciertos de música clásica de la Orquesta de Salón de Viena en la Haus der Musik, donde tocan piezas de Mozart, Strauss, Vivaldi y muchos otros, por lo general acompañadas de preciosos solos de ballet.

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