¿Vas a visitar Barcelona y quieres profundizar en los numerosos barrios de la ciudad? Has llegado al lugar adecuado, porque aquí te contamos cuáles son los barrios principales de Barcelona, qué es lo que los hace funcionar, en qué hay que fijarse y las razones por las que deberías visitarlos.
Contenido:
- Gràcia
- El Born
- Poblenou
- Raval
- Poble-Sec
- Sant Antoni
- Barrio gótico
- Eixample
Gràcia
Era un pueblo independiente hasta que la ciudad lo fagocitó a finales del XIX, pero todavía hoy en día se puede sentir la independencia una vez que lo conoces. Es un distrito con un gran número de asociaciones cívicas y grupos de vecinos que le dan su carácter particular.
Entre sus hermosas calles se encuentran el Parque Güell y la Casa Vicens (uno de los primeros trabajos de Gaudí). Gràcia es un lugar popular por su vida nocturna, con muchos restaurantes, bares y terrazas donde elegir.
Las fiestas del barrio son unas de las más importantes de la ciudad. Suceden del 15 al 21 de agosto en honor a su patrona, la Virgen de Gracia, y una de las tradiciones más coloridas de la celebración es la competición vecinal de decoración de calles. Cada año, los vecinos de cada calle trabajan en equipo para ganar el premio a la calle más vistosa. ¡Todo un espectáculo!
El Born
Era el hermano menos conocido del Barrio gótico, hasta que se volvió a situar en el mapa de los puntos interesantes que visitar en Barcelona con la remodelación del mercado y su transformación en un centro cultural/sitio arqueológico, la apertura del museo de arte contemporáneo MOCO y la aparición de hoteles boutique, bares y tiendas de diseño entre sus calles de traza medieval.
Forma parte del distrito barcelonés de Ciudat Vella (“ciudad vieja”), y es por lo tanto una de las partes más antiguas de la ciudad, donde vivían algunos de sus habitantes más ilustres . Todavía se puede sentir el esplendor de aquella época en los palacios que ahora ocupa el Museo Picasso en la calle Montcada, y en la magnífica basílica de Santa María del Mar, construida en el siglo XIV con recursos de los vecinos (y no como la Catedral que se estaba construyendo no muy lejos en la misma época, pero con dinero de la corona).
Pasea por el barrio y después ve al aledaño parque de la Ciutadella a ver la fuente-cascada con dragones, caballos alados y otros seres fantásticos y pasear entre árboles y jardines. Te retamos a que encuentres la escultura del mamut de concreto y le tomes una foto. Aunque ahora no se vea tan impresionante, en el momento de su construcción en 1907 causó gran sensación.
Poblenou
El Poblenou presenta uno de los contrastes más fascinantes de toda la ciudad, gracias a la tradicional parte baja del distrito yuxtapuesta a las zonas populares y aburguesadas de la parte alta. Esta última es lo más parecido a un Silicon Valley barcelonés: puedes esperar un montón de bares de cerveza artesanal, empresas de tecnología y, tal vez, algunos sombreros y barbas.
Sorprende pasear por ambas zonas del barrio y ver cómo lo viejo deja paso a lo nuevo. Además, la afluencia de sangre nueva tiene sus ventajas. El brunch es algo importante en Poblenou ahora, y encontrarás muchos lugares en los que se te va a antojar desayunar tarde o comer pronto (tal vez después de una noche larga). Poblenou tiene su propia playa, la del Bogatell, así que después del brunch puedes echar la siesta sobre la arena.
El Raval
El nombre lo dice todo: El Raval, también parte de la Ciudat Vella de Barcelona, ha tenido mala fama durante muchos siglos, hasta que las diferentes transformaciones urbanas han hecho de este un barrio cotizado por su ubicación y sus atractivos culturales.
Hoy en día, el barrio es el lugar de encuentro de artistas callejeros y skaters, por lo que es de esperar que veas muchos grafitis y escuches mucho hip-hop. La principal razón para visitarlo es sin duda el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (o MACBA) y el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. Oh, y el mercado de la Boquería. Nada mal para un arrabal de mala muerte...
Sant Antoni
Este encantador barrio que es en realidad parte de L’Eixample, recibe su nombre del famoso Mercado de Sant Antoni en su centro. Los barceloneses viajan desde toda la ciudad para degustar su comida y las ofertas y tesoros del mercado de libros de los domingos, así que, si estás en la zona, ¿por qué no ir a ver por qué tanto alboroto?
Puede que el mercado sea la mayor atracción del barrio, pero hay mucho más. Los ojos más atentos y los exploradores más agudos descubrirán cafés extravagantes, barras empapadas de cerveza y algunos restaurantes ocultos con oferta de cocina nacional e internacional.
Poble-Sec
El Poble-Sec es uno de los barrios más pintorescos de Barcelona, gracias a los enormes jardines que se encuentran alrededor del Montjuic. Las zonas residenciales que lo rodean ofrecen también la mezcla perfecta de ambiente local y cosmopolita, con varias placitas perfectas para sentarse a tomar el vermut y ver gente.
Además del Castillo del Montjuic y sus vistas, aquí están la Fundación Miró, un gran lugar para apreciar la obra del gran pintor, y el Poble Espanyol, una recreación de los diferentes estilos arquitectónicos españoles construida en 1929 por motivo de la Feria Internacional. Durante la dictadura franquista estuvo prácticamente abandonado, hasta 1986 que se volvió a recuperar para disfrute del público. Visitarlo es hacer un viaje por la arquitectura popular española, con más de 100 edificios típico que representan todas la regiones y épocas del país.
Barrio gótico
En el Barrio gótico en realidad lo único que queda auténticamente gótico son algunos rastros. Ciertamente, aquí es donde empezó la ciudad desde tiempos del imperio romano, como testifican algunos restos de murallas, la traza urbana de sus calles, y partes de la catedral y otras iglesias del barrio.
Gótico o no, es un barrio hermoso, laberíntico y lleno de bares, restaurantes, tiendas, plazas y lugares de interés. Sin ir más lejos, la sede del gobierno catalán y el ayuntamiento se encuentran aquí, en la Plaça Sant Jaume, donde se celebran muchas fiestas y eventos populares.
L’Eixample
Y, por último, terminamos con L’Eixample (“el ensanche”). Seguro te vas a encontrar en este barrio en algún momento, ya que está en medio de la ciudad, y lleno de atractivos. Elegante, opulento y extravagante, es también el centro de la comunidad LGBTQ de la ciudad. Encontrarás un montón de bares, hostales y clubes LGBTQ donde podrás bailar toda la noche, así como buenos restaurantes por si necesitas energía antes de dejar tu alma en la pista de baile.
Aquí está todo: la Sagrada Familia, la Plaça de Catalunya, la Casa Batlló y la Casa Milá (La Pedrera) de Gaudí, y otros edificios sobresalientes de la arquitectura barcelonesa de finales del XIX y principios del XX. Fíjate en la extraordinaria traza urbana: todas las cuadras miden lo mismo, y las calles tienen la misma imperturbable anchura. Además, la orientación de los edificios está pensada para que reciban la misma cantidad de luz solar a lo largo del día. Alguien planeó este barrio cuidadosamente (se llamaba Ildefonso Cerdá).
Nos podríamos seguir durante horas: faltan los barrios de la Barceloneta, Sarrià, el Carmel, y muchos más. Barcelona es una ciudad inagotable, y por eso mucha gente que viene “a pasar unos días” termina quedándose por años. ¡Ten cuidado! No digas que no te advertimos.