Febrero es un gran mes para visitar Cancún. Justo en medio de la estación seca de la península de Yucatán, solo hace falta que empaques ropa de playa, aunque hay excelentes oportunidades para ir de compras si surge la necesidad de algo más formal o abrigado.
Las temperaturas son cálidas, pero no demasiado, tanto en tierra como en el mar, y los cielos azules y despejados de Cancún en febrero harán sonreír a cualquiera que venga de países donde existen los inviernos. Pero hay muchas otras razones para visitar Cancún en febrero, como descubrirás a continuación.
Condiciones perfectas para una escapada de playa
Destino playero por excelencia, en febrero los 20 kilómetros de playas de Cancún están en su mejor momento. Sus casi interminables franjas de reluciente arena blanca reciben una media de nueve horas de sol al día; las temperaturas medias oscilan entre los 24 y los 29 °C y las mínimas diarias rondan los 20 °C.
Las temperaturas más frescas del atardecer hacen que las horas cercanas a la puesta de sol sean un buen momento para pasear o montar en bicicleta por la costa, mientras que las aguas del Caribe permanecen lo suficientemente cálidas para nadar y bucear sin tener que recurrir al traje de neopreno.
Hay pocas probabilidades de que llueva en Cancún en febrero, pero con una media mensual de sólo 44 mm de lluvia repartidos en cinco días no consecutivos, los chubascos serán breves y fáciles de esquivar si se producen durante tu estancia.
Aventuras en el mar
Las costas caribeñas de México, alrededor de Cancún, tienen un aspecto imponente por encima y por debajo de la superficie. No es sólo el espectacular contraste del azul turquesa del agua con la arena blanca, o las temperaturas paradisiacas de unos 24 °C lo que atrae a la gente al agua en esta época del año.
Febrero también es conocido entre los amantes del buceo y snorkel por ser un mes con una visibilidad extraordinaria bajo el agua. No es de extrañar, pues, que el snorkel y el submarinismo sean tan populares en Cancún en febrero. Las tortugas marinas no suelen aparecer en gran número hasta dentro de unos meses, pero en el segundo sistema de arrecifes más grande del mundo hay siempre mucha vida para observar. Los corales blandos y duros proporcionan hábitat a unas 2,000 especies diferentes, desde langostas y peces payaso hasta tiburones y mantarrayas, barracudas, esponjas y estrellas de mar.
Los mejores lugares para practicar snorkel requieren un corto viaje en barco, así que busca excursiones al Meco, una de las zonas de arrecife mejor conservadas.
Si lo tuyo no son las profundidades, puedes contemplar la belleza de los mundos submarinos de Cancún sin mojarte a bordo del barco con fondo de cristal que constituye la pieza central de la excursión Paradise SubSee en Paraíso Nizuc.
Y si te mareas en el barco, tenemos la solución: el Acuario Interactivo de Cancún, un lugar excelente para ir con niños.
Aventuras en cenotes
No muy lejos de la costa, adentrándote en la selva, podrás encontrar la otra gran aventura acuática de Cancún: los cenotes. Estos pozos de agua dulce limpísima, tanto que es aconsejable no ponerte protector solar si quieres nadar en ellos sin contaminarlos, son uno de los grandes atractivos de esta peculiar selva.
Hogar del gran jaguar, la selva yucateca tiene varias características que la hacen única en el mundo. Sin apenas promontorios (con excepción de las magníficas pirámides construidas por los mayas), tampoco tiene ríos, pero sí el sistema de acuíferos subterráneos más grande del planeta. Este enorme sistema es el que ha permitido la formación de los cenotes, unos 30,000 aproximadamente (que se conozcan). Los hay de todos los tamaños y formas, y algunos son vertiginosamente profundos.
El suelo blando de roca caliza de la península es el que permite que exista este sistema subterráneo de agua. Los cenotes son cuevas subterráneas con el techo o una pared lateral desprendida. La mayoría tienen formaciones espectaculares, y todos son distintos: los hay grandes, con restaurantes para comer y cabinas para cambiarse de ropa; pequeños y secretos, escondidos entre senderos; oscuros, con pequeños hoyos en el techo que dejan pasar la luz, o completamente abiertos como albercas.
Los cenotes suelen ser para muchos la parte favorita de un viaje a Cancún en febrero.
El Cenote Azul es un gran ejemplo, con dos zonas de baño y una plataforma al borde de la pared que se utiliza para saltar y tomar el sol. Algo más alejado, el cenote Chichén Itzá (también llamado cenote Ik Kil) está totalmente envuelto por la jungla que lo rodea. El cenote Tankah Ha es ideal para refrescarse después de subir a la cima de una de las pirámides más altas que construyeron los mayas: Cobá.
Febrero en Cancún: el mes del amor (y del Carnaval, y de la Candelaria)
Puede que el romanticismo no sea lo primero que te venga a la mente cuando piensas en un viaje a Cancún, pero si estás por allí alrededor del 14 de febrero, día de San Valentín, no te va a quedar más remedio que tomar en cuenta el sentimiento, sobre todo si viajas con tu pareja.
No te preocupes: Cancún te ofrece todo lo que necesitas para planear una velada especial (y si es sorpresa, mejor). Una excursión en catamarán a Isla Mujeres creará el ambiente perfecto con una mezcla de snorkel, comida y vistas de la isla. También podrían disfrutar de un crucero con cena de dos horas y media, con una comida de varios platos al atardecer o a la luz de la luna.
Necesitarás poner los pies en tierra firme para vivir el Carnaval de Cancún, que cambia de fecha cada año, pero suele caer hacia mediados o finales del mes. Marca el comienzo del periodo de ayuno católico de la Cuaresma y como en muchos países católicos, se celebra con desfiles y fiestas de disfraces, calles llenas de coloridas carrozas, artistas ricamente decorados que se contonean por las principales avenidas y la elección de una reina del Carnaval. Los festejos suelen durar una semana y culminan el Martes de Carnaval.
Si te encuentras en Cancún el día 2 de febrero, podrás participar en las celebraciones de la Candelaria. Esta es una fiesta católica con gran arraigo en todo México, en la que se conmemora la presentación de Jesús en el templo 40 días después de nacido. En este día, muchos feligreses llevan su imagen del Niño Jesús a la iglesia para que sea bendecida, y la tradición dicta comer, merendar, o cenar tamales; estos los paga quien sea que se encontró con la figurita del Niño dentro de la Rosca de Reyes. Es un buen día para hacer un tour de comida callejera (seguro tendrás oportunidad de probar los famosos tamales, y muchas más delicias).
Aventuras en la selva
Febrero es también una época fantástica para explorar la selva de la península de Yucatán que rodea a la ciudad de Cancún. Las escasas precipitaciones evitan que los senderos sean arrastrados por el agua, y los niveles de humedad más bajos facilitan las expediciones por la selva.
Aunque el senderismo a pie es una opción, quizá prefieras atravesar la exuberante vegetación a lomos de un cuatrimoto, algo fácil de hacer en Extreme Adventure Park. Otra manera motorizada de conocer la selva, esta vez desde el agua de la laguna Nichupté, es rentar tu propia lancha de alta velocidad e intentar cruzarte con los cocodrilos que nadan en sus tranquilas aguas verdes.
Aprovecha al máximo tus vacaciones de febrero en Cancún
Con tanto que ver y hacer en Cancún en febrero, es probable que te preguntes cómo pagarlo todo. Explora con Go City y podrás ahorrar en la entrada a muchas de las principales atracciones de Cancún. Otras ventajas incluyen el hecho de que con nuestros pases prepagados no tienes que llevar grandes cantidades de dinero en efectivo. Así que no te demores, ¡compra uno hoy mismo!