Dónde quedarse en Barcelona

Anna Rivero

Si estás planeando unas vacaciones en Barcelona, puede que ya tengas una idea bastante clara de lo que te espera: comida deliciosa, cálidas temperaturas, un ambiente cosmopolita y la maravillosa arquitectura mediterránea atraen a millones de personas a la ciudad cada año. Pero ¿cuáles son los mejores lugares para alojarse en Barcelona?

Para contestar esa pregunta, hemos hecho una recopilación de nuestras zonas favoritas de la ciudad, y aquí te contamos cuáles son y por qué nos gustan. Así que abre tu mapa de la ciudad, toma nota y decide dónde te quieres alojar en la Ciudad Condal. Vayas donde vayas, estamos seguros de que lo vas a disfrutar.

Contenido:

  • Plaza de Cataluña
  • Barrio Gótico
  • El Raval
  • El Born
  • Eixample
  • La Barceloneta
  • La Vila Olímpica

 

Plaça de Catalunya

Si quieres estar en el centro de la capital catalana, busca alojamiento cerca de esta plaza. No es la zona más barata de la ciudad, pero estarás en el medio de todo, y podrás desplazarte con facilidad a todos los lugares de interés.

Estarás rodeado de tiendas, mercados, cafeterías, lugares para comer y cosas que hacer, así que es el lugar perfecto para establecer un campamento base si nunca has visitado Barcelona.

La Boquería, uno de los mejores mercados de Barcelona, está a un corto paseo. Si te alojas en un departamento y necesitas alimentos frescos, puede ser tu primera parada cada mañana. Está entre el Barrio Gótico, el Raval y l’Eixample; lo tienes muy fácil para explorar uno de esos barrios cada día.

 

Barrio gótico

Tal vez prefieras quedarte en un barrio con un poco más de ambiente y una atmósfera de ciudad antigua, y entonces el Barrio gótico es tu lugar ideal. Por su ubicación céntrica y todos sus atractivos (restaurantes, museos, bares, tiendas y mercados) este barrio tampoco es de los más económicos para alojarse.

Pero estarás a tiro de piedra de la Catedral, y de la plazas del Rei y la de Sant Jaume, donde es muy posible que haya algo sucediendo, ya sea una verbena, un mercadito o una manifestación de protesta, puesto que en ella se ubican la sede del gobierno de Cataluña y el ayuntamiento de la ciudad.

Ahora, un pequeño adelanto: no te vayas a pensar que la arquitectura del barrio es medieval. Más bien se debería de llamar “barrio neogótico”, ya que casi todos los edificios con aspecto medieval (empezando por la fachada de la catedral) tomaron la forma que ves por ahí de finales del siglo XIX, principios del XX.

Te quedes allí o no, merece mucho la pena hacer un recorrido del barrio con un guía, porque lo que sí es cierto es que aquí mero empezó la ciudad, y todavía quedan huellas muy antiguas, como los restos de la muralla que rodeaba la ciudad fundada por los romanos, un puñado de edificios realmente medievales, y toda una serie de capas y más capas que se han ido superponiendo, registrando el paso del tiempo.

 

El Raval

El Raval, corazón multicultural de la ciudad, es uno de los barrios más divertidos de Barcelona. Repleto de bares, arte urbano, teatros y música en directo, si quieres vivir la experiencia catalana al completo, tal vez esta sea la mejor opción.

El Mercat de Sant Antoni, con su precioso edificio de hierro forjado al estilo Eiffel, es uno de los centros neurálgicos del barrio, donde puedes abastecer tu alacena si te estás quedando en un departamento con cocina propia. Los domingos hay un mercado de libros enorme alrededor del mercado, genial para encontrar joyitas y ver gente.

Otros atractivos del barrio incluyen el MACBA (Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona), el aledaño CCCB (Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona), y el famosísimo Mercat de la Boquería, un paraíso para los amantes de la gastronomía.

 

El Born

También parte de la Barcelona histórica, el Born es una excelente alternativa al Barrio Gótico. Un poco menos turístico y con un ambiente más auténticamente barcelonés, este barrio tiene muchos atractivos. Está muy cerca del gran parque de la Ciutadella, por ejemplo, y puedes caminar a la playa de la Barceloneta sin problemas.

El mercado del Born se reencarnó en un centro cultural multiusos, con tiendas, cafés, galerías y un sitio arqueológico, todo bajo el mismo increíble techo. (Para hacer tus compras puedes ir al mercado de Santa Caterina y admirar su increíble techo.) La basílica de Santa María del Mar es otro de los atractivos del barrio, así como el Museo Picasso y el MOCO (un museo privado de arte contemporáneo con una impresionante colección y exposiciones temporales relevantes).

 

L'Eixample

Es uno de los distritos más grandes de la ciudad, donde se concentran muchos de los lugares legendarios que querrás visitar en tu viaje a Barcelona.

Aunque aquí hay más restaurantes, bares y cafés de los que podrías visitar en toda tu vida, las joyas más importantes son dos de las obras más famosas de Gaudí, la Casa Batlló, la Casa Milá (también conocida como La Pedrera), y la Sagrada Familia. El Paseo de Gracia del L’Eixample es la avenida elegante de Barcelona, con sus tiendas de marcas de lujo, sus restaurantes, y sobre todo sus fantásticos edificios y mansiones.

En uno de los límites del barrio, ya muy cerca del Gótico y de Poblenou, encontrarás el mayor mercado de pulgas de la ciudad, el Mercat Els Encants, un auténtico paraíso para los buscadores de chácharas y antigüedades.

 

La Barceloneta

¿Quieres que tus vacaciones sean de playa y de ciudad al mismo tiempo? ¿Por qué no asentar tu campamento en la Barceloneta, el barrio marítimo por excelencia de la ciudad? Si te da el presupuesto, te puedes quedar en el hotel de lujo, el W. Si no te da, no te preocupes, hay otros hoteles más económicos, hostales, y opciones para rentar departamentos por unos días.

Por supuesto, lo más destacado del barrio es, sin duda, la playa, la más popular de la ciudad gracias a que está bien conectada con el resto de la ciudad, y porque hay un montón de bares, cafés, y restaurantes de arroces y pescados en el paseo que la bordea. En verano los fines de semana es un poco un circo. Si buscas un poco de paz, vas a tener que desplazarte a otras playas, pero si te gusta ver gente, este es tu paraíso.

De hecho, aparte del Museo de Historia de Cataluña, donde se puede conocer la rica y larga historia de la región, el barrio no tiene muchos otros lugares de interés turístico. Sin embargo, teniendo en cuenta lo bien conectada que está con el resto de la ciudad, sigue mereciendo la pena alojarse allí. Después de todo, no hay nada mejor que despertarse y tomar tu café viendo el mar.

 

La Vila Olímpica

Como la Barceloneta, este barrio es ideal para unas vacaciones entre la playa y la ciudad. Lo que diferencia a la Vila es que es un barrio construido expresamente para las Olimpiadas de 1992, en parte para alojar a los atletas y demás participantes de los juegos, pero también con miras al futuro. El barrio, que era una zona deprimida de la ciudad, se remodeló por completo siguiendo los principios del urbanismo de L’Eixample (cuadras regulares del mismo tamaño, la orientación de los edificios para que reciban luz por todas sus caras, y muchos de ellos con esquinas en chaflán).

Tal vez no tenga el encanto de la vieja y elegante Barcelona, pero es un barrio muy bien conectado, moderno y tranquilo, y con una playa hermosa, la Nueva Icaria.

En la Vila, casi colindando con la Barceloneta, se encuentra otro de los hoteles de lujo de Barcelona, el Arts, donde se ubica la famosa estructura escultórica de Frank Gehry, el Peix D’or, cuya cubierta metálica que recuerda a las escamas de un pez cambia de color dependiendo del momento del día.

En resumen, quedarse aquí es una buena idea para quieres buscan un poco de comodidad y calma después de turistear todo el día.

Te quedes donde te quedes, no olvides viajar con los pases de Go City en Barcelona. Con cualquiera de los dos, aunque de maneras distintas, podrás ahorrar hasta un 50% en las entradas a las atracciones turísticas principales de la ciudad, incluyendo el autobús turístico, tours guiados, cruceros por el puerto, museos, edificios y mucho más. ¡Buen viaje!

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¿Qué hacer en Barcelona en noviembre? Planes otoñales

Noviembre es un mes fantástico para visitar Barcelona, con un clima todavía agradable, como una especie de primavera mediterránea al revés. No pasarás frío ni calor (¡o tal vez las dos cosas!), y aunque los días son más cortos, hay muchas actividades pre-navideñas animando las calles otoñales de la ciudad. Con el año escolar y laboral ya bien entrados en curso, los turistas brillan por su ausencia y Barcelona cobra un ambiente más íntimo, familiar y entrañable que durante los meses de temporada alta. Si llegas a Barcelona en noviembre, siéntete afortunado porque podrás disfrutar de la ciudad a tus anchas —también, no sobra decirlo, ahorrarás dinero con las tarifas de temporada baja, y tiempo en las filas de las atracciones principales que por supuesto siguen abiertas. Anímate a visitar la ciudad, y verás que no hay nada como la luz del otoño entrando por la mañana en Via Laietana, y los atardeceres en la Avenida Diagonal. Principios de noviembre Todos los Santos: 1 y 2 de noviembre en barcelona En Barcelona a principios de noviembre también se recuerda a los amigos y familiares fallecidos. Entre el 1 y el 2 de noviembre la gente acude a los cementerios a llevar flores, y las pastelerías se esmeran fabricando los dulces típicos de esta antigua celebración otoñal. Algunos favoritos son los buñuelos de viento, ligeros como un alma elevándose al cielo, o los huesos de santo, un mazapán relleno de dulce de yema. En Cataluña se amplía este repertorio con los típicos panellets de almendra envueltos en una bonita cubierta de piñones dorados. Barcelona tiene su propia tradición del día de Todos los Santos, la Castanyada, que consiste en reunirse en casa con amigos y familiares a comer dulces y castañas asadas acompañados de vino moscatel. Para celebrar como un auténtico barcelonés, puedes visitar la Patisseria La Estrella, la pastelería más antigua de Barcelona, y abastecerte de tu propio festín de panellets y buñuelos. Hazlo antes del 1 de noviembre, porque en toda España es día festivo y cierran todos los comercios, escuelas y lugares de trabajo. De todas formas, las castañas asadas se seguirán vendiendo a lo largo de todo el invierno en pequeños puestos por las calles y plazas de la ciudad, y los dulces de Todos los Santos duran un par de semanas en los mostradores de las pastelerías. Cultura para todo el mes La ciudad de la música Noviembre es el mes del Festival de Jazz de Barcelona, una fiesta musical con una larga historia desde que se inauguró en 1966. Con ya más de medio siglo de ediciones, el festival ha logrado traer a estrellas de la talla de Duke Ellington, Miles Davis o Keith Jarret, y animar el otoño de la ciudad. Mucha gente visita la ciudad sólo para asistir a alguno de los magníficos conciertos de este festival. El festival no sólo trae conciertos de jazz y otros géneros musicales a varios de los teatros, auditorios y clubs más bonitos y míticos de la ciudad; también organizan cases magistrales, conferencias, exposiciones y eventos relacionados con la cultura musical. Empieza a finales de octubre y se extiende hasta bien entrado diciembre con una apretada agenda de eventos. Festivales de cine De manera espontánea y para complementar la oferta cultural del Festival de Jazz, han surgido una serie de festivales y ciclos de cine que agregan un atractivo extra a la ciudad otoñal. L'Alternativa es tal vez el más importante, el Sundance barcelonés, un festival de dos semanas de duración que reúne lo mejor del cine independiente, vanguardista y experimental de todo el mundo. Otros festivales de cine incluyen el Asian Film Festival, el Festival de Cortos de Barcelona, y la extensión otoñal del veraniego ciclo de cine gratis en la playa, Cinema Lliure, que en esta estación se realiza en una red de bibliotecas públicas de la ciudad. Todos estos festivales expanden su programación con talleres, clases magistrales, conferencias, exposiciones y otros eventos paralelos. ¡Más festivales! Además del Alternativa y el Festival de Jazz, Barcelona tiene otras citas culturales en noviembre para públicos más específicos: el MIRA Digital Arts Festival organiza tres o cuatro días de eventos dedicados al arte y la cultura digital internacional (exposiciones, conciertos, y DJ sets). El Llum BCN, el festival de arte lumínica, trae al Poble Neu una serie de instalaciones urbanas que iluminan las calles de la ciudad durante una semana, y en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, el CCCB, podrás ver la muestra internacional de fotoperiodismo más importante a nivel mundial, el Word Press Photo, con las imágenes premiadas de el año en curso. Finales de noviembre: emoción pre-navideña Hacia la segunda mitad de noviembre, dos cosas muy especiales suceden simultáneamente: empieza la temporada de calçots, y da comienzo oficialmente a la temporada navideña con el encendido de las luces festivas por toda la ciudad. Los calçots son una variedad de cebolla tierna que vuelve locos a los catalanes del Valls, y a cualquier afortunado que los pruebe. Típicamente se comen asados a las brasas, acompañados por salsa romesco, y en muchas localidades se hacen “calçotats”, eventos públicos en los que se asan miles de calçots al mismo tiempo. En realidad, los calçots se comen en Barcelona desde hace poco tiempo (es una costumbre más rural que urbana). Cuando los encuentres en un menú, no dejes pasar la oportunidad de probarlos, pero primero mira a los otros comensales para aprender a comerlos: tiene su intríngulis. Y la otra cosa que sucede es altamente romántica y emocionante: el encendido de las luces navideñas. El mejor lugar para presenciarlo es, sin duda, el Carrer d’Aragó, y con una docena de castañas calentitas entre las manos. En resumen... Si aún te lo estás pensando, no dudes más: noviembre es un mes perfecto para conocer Barcelona. Tendrás un clima ideal, muchísimas opciones culturales y de entretenimiento, vida nocturna, y la cara más íntima de una ciudad que muestra su auténtico carácter bajo la luz mágica y anaranjada del otoño. Por supuesto, todas las atracciones de la ciudad siguen abiertas. Visita la página de Go City Barcelona para descubrir cómo puedes ahorrar hasta el 49% en tus entradas.
Anna Rivero
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¿Qué hacer en Barcelona? Los 10 planes imprescindibles

Para que aproveches tu tiempo al máximo en Barcelona, hicimos una lista de las 10 atracciones imprescindibles de esta ciudad que tiene de todo: los excitantes atractivos de una gran metrópoli cosmopolita e innovadora, y el encanto de su peculiar cultura de barrio con tradiciones arraigadas en una historia milenaria. Y además ¡la playa! Por algo los llaman “imprescindibles”: son los lugares emblemáticos que a lo largo del tiempo han construido la identidad de esta ciudad inagotable. La Sagrada Familia – El símbolo de una ciudad en evolución La Pedrera – Art Nouveau en su máximo esplendor Casa Vicens – Una casa de fantasía Park Güell – El parque salido de un sueño Ciutat Vella y el Barrio Gótico – Calles con historia Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) – Obras maestras de la vanguardia Playa de la Barceloneta – Diversión playera en un entorno urbano Parc de la Ciutadella – El parque perfecto Camp Nou – El templo del fútbol Castillo de Montjuïc – Panorámicas inolvidables La Barcelona de Antonio Gaudí Sin duda es el arquitecto español más reconocido en todo el mundo, y un hijo predilecto de la Ciudad Condal. Parece mentira que viviera en el siglo XIX y principios del XX, ya que su trabajo, de estilo modernista, pero en realidad inclasificable y único, sigue teniendo vigencia y despertando el interés de los expertos —y la admiración del resto de los humanos. La Sagrada Familia Prepárate para vivir una experiencia transformadora y mística en esta basílica legendaria. La Sagrada Familia fue la obra más ambiciosa de Gaudí, a la que dedicó todo su esfuerzo en los últimos años de su vida. Como las catedrales medievales que tardaban siglos en levantarse, ya son cinco generaciones de barceloneses testigos de su construcción, que sigue en proceso siguiendo los planes originales del maestro. La Pedrera (Casa Milà) Visita el interior de este edificio que cambia de color dependiendo de la luz, y descubre algunos de los detalles que no se ven a simple vista, como “el piso de los vecinos”, una vivienda que recrea la vida cotidiana de principios del siglo XX. Como casi todo el trabajo de Gaudí, este edificio parece un ser vivo, con piel, ojos y la capacidad de (tal vez) salir volando. Sube a la azotea, desde donde podrás admirar magníficas vistas de la ciudad a la sombra de las chimeneas y las torres de sugerentes formas. Algunas personas dicen que parecen piezas de ajedrez, otros dicen que son guardianes guerreros. A ti ¿a qué te recuerdan? Casa Vicens y Parque Güell Sigue descubriendo el trabajo de Gaudí visitando la Casa Vincens, su primera gran obra, y por supuesto, no te pierdas el imprescindible Parque Güell, en donde recomendamos hacer una visita guiada para comprender el significado de muchos de los detalles que de otra manera pasarían desapercibidos. Arte contemporáneo y el barrio gótico Callejuelas, plazas, tienditas de las de antes, mercados, tascas de toda la vida, y a la vuelta de cualquier esquina, la repentina aparición de una catedral gótica o un palacio medieval: el Barrio Gótico de Barcelona es ese lugar perfecto para salirse de las rutas preestablecidas y encontrar sorpresas al azar en el laberinto de sus calles. Pero si prefieres perderte con conocimiento de causa, únete a un paseo guiado que te ayudará a familiarizarte con su historia y traza urbana. MACBA A un lado del Barrio Gótico, cruzando las Ramblas, se encuentra el Barrio Chino, que ya dista mucho de ser el distrito decadente que fue durante muchos años (al igual que el Barrio Gótico). Aquí se encuentra el MACBA (Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona), una institución que alberga obras maestras del arte moderno, además de ofrecer una dinámica programación cultural con conferencias, talleres, espectáculos de danza y música, y muchas otras actividades. El Born Del otro lado del Gótico, esta vez cruzando la Via Laietana, se encuentra el barrio de El Born, también de traza medieval (aquí se celebraban las justas entre caballeros), pero distinguido por una atmósfera tranquila y menos turística. Compra alguna delicia de temporada en el mercado de Santa Caterina y si todavía queda energía, visita el Museo Picasso (los palacios medievales que lo albergan son una atracción en sí mismos). Toma un merecido descanso en la plazuela de Sant Pere, donde encontrarás varias terrazas para sentarte, tomar algo y ver pasar gente. Cuatro imprescindibles:La Barceloneta, el parque de la Ciutadella, el Camp Nou y el Castillo del Montjuïc La playa de Barcelona reúne todo lo que esperas de una playa: chiringuitos, fauna humana, y una buena calidad del agua para nadar y disfrutar de los deportes acuáticos. La Barceloneta es el barrio que da nombre a esa playa, un lugar en el que se evidencia la identidad portuaria y marina de la ciudad. No dejes de probar el arroz en alguno de los restaurantes sobre el paseo marítimo, y para finalizar el día con broche de oro (pero con reservación previa), toma un trago en el Eclipse, el club en el piso 26 del hotel W, donde podrás contemplar uno de los mejores atardeceres de la ciudad. Aledaño a la Barceloneta, el Parc de la Ciutadella es un tesoro que desde el siglo XIX ha fascinado a extranjeros y lugareños por igual por sus enormes fuentes con esculturas, su zoológico, y un curioso mamut construido en 1907, testimonio del pasado del parque, originalmente dedicado a la historia natural. Haz un recorrido guiado en escúter Segway para conocerlo a fondo. Camp Nou, el templo azulgrana Tanto si eres un culers o simplemente un aficionado al futbol en general, tienes que visitar este recinto que ocupa un lugar especial en el corazón de los catalanes y de miles de admiradores en el mundo. Ningún club puede presumir de tantos triunfos, ni de tantos deportistas estrella. El estadio tiene un museo interactivo que te llevará por la historia del club y también por las entrañas del recinto. Podrás visitar los vestuarios de los jugadores, y contemplar el campo desde las gradas vacías en las que sin embargo se puede sentir latente la emoción del juego más popular del mundo. Castillo de Montjuïc Sube en el teleférico para disfrutar de las vistas y percibir la grandiosidad de toda la ciudad a tus pies, con el mar de frente. El castillo tiene una larguísima y oscura historia —hasta hace relativamente poco tiempo fue una cárcel, y antes, un fuerte militar. Pero el presente es más positivo: en su página web podrás encontrar qué actividades y exposiciones tienen cuando decidas visitarlo. Otra opción cercana al castillo, también con vistas espectaculares del puerto y un ambiente animado, es el Mirador de Migdia, el típico lugar para picnics, con mesas y bancos entre los pinos mediterráneos del Montjuïc. Si quieres seguir con la vena cultural, muy cerca se encuentra el precioso Museo de la Fundación Joan Miró, un favorito entre los miembros más chiquitos de la familia. Inagotable Barcelona Por supuesto, la oferta de esta ciudad es inagotable y esta lista es sólo un botón de muestra de todo lo que puedes hacer aquí. Anímate a descubrirla y gozarla trazando tu propia ruta, pero te lanzamos una advertencia: el peligro de enamorarse de esta ciudad es muy real. Si les preguntas, muchos extranjeros afincados aquí te contarán la misma historia: llegaron como turistas para pasar unos días, y años después, siguen sin irse. Go City te ayuda a ahorrar Escoge entre el Pase Todo Incluido o el Pase Explorer para ahorrar hasta un 30% en las entradas de muchas de las atracciones mencionadas en esta guía. Además, te puedes despedir de las entradas impresas: solo tendrás que mostrar tu pase en cada atracción para poder entrar.
Anna Rivero
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El interior de la Sagrada Familia

La Sagrada Familia, que oficialmente se llama el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, es uno de los edificios más emblemáticos de Cataluña. Si vas a visitar Barcelona y quieres saber más sobre esta basílica, aquí tienes un breve artículo sobre su historia y su maravilloso interior. Si quieres seguir leyendo, en nuestro blog tenemos otro artículo con consejos para visitarla y más información. Qué es la Sagrada Familia En pocas palabras, la Sagrada Familia es un templo de enorme envergadura, diseñado por el célebre arquitecto catalán Antoni Gaudí. Considerada su obra maestra, nunca la vio terminada antes de su muerte en 1926. A no ser que nos leas desde el futuro, en cuyo caso tal vez nos puedas decir cómo quedó finalmente, la obra continua hoy en día. La historia de la Sagrada Familia La idea de la Sagrada Familia surgió a finales del siglo XIX, cuando el empresario y filántropo Josep María Bocabella visitó Italia, incluyendo Roma y el Vaticano. Le impresionó tanto que quiso recrear su magnificencia en Barcelona, una ciudad de gran tradición católica. Así que, sin conocimientos de arquitectura, se dirigió a algunos constructores experimentados y propuso su idea. El renombrado arquitecto catalán Francisco de Paula del Villar aceptó el reto y elaboró los planos de un edificio de estilo gótico, como muchas de las catedrales clásicas europeas. Sin embargo, una vez terminada la cripta, las desavenencias creativas con uno de los ayudantes de Bocabella le llevaron a abandonar el proyecto solo un año después de iniciada la construcción. Entonces, Bocabella se dirigió a Gaudí, que ya se había hecho un nombre en la ciudad. Gaudí aceptó y se puso a trabajar en el rediseño de todo el proyecto. Desgraciadamente, el tamaño y la envergadura del proyecto sobrepasaron tanto a Bocabella, fallecido en 1892, como a Gaudí, que murió después de un accidente de tranvía en 1926. Además, la Guerra Civil española causó estragos en la edificación, y lo peor, una gran parte de los planos se quemaron. Esto causó un retraso de 15 años en los que se trabajó para recuperar los dibujos y bocetos originales de Gaudí y poder retomar de nuevo las obras. Desde entonces, el trabajo de construcción se ha reanudado con una larga serie de arquitectos asumiendo la dirección de proyecto. Después de más de un siglo desde que se inició el proyecto, ya falta menos para terminarlo. El interior de la Sagrada Familia En cuanto veas la Sagrada Familia, entenderás por qué se están tardando tanto en completarse. Sus enormes e intrincadas torres no tienen paralelo. Aunque se elevan por encima de casi todo lo que hay en la ciudad, Gaudí exigió que su torre más alta nunca superara la altura de la colina del Montjuic. Como devoto católico, consideraba que ninguna estructura debía superar a la creada por Dios. Sin embargo, ¿qué hay en el interior de la Sagrada Familia? A pesar de su imponente tamaño y sus maravillosas fachadas, hay quien afirma que lo más impresionante de la Sagrada Familia es su interior. Con su innovadora mezcla de una sensibilidad gótica y pasión por las formas orgánicas, cada centímetro fue diseñado para celebrar las historias y figuras de la Biblia, así como la belleza de la naturaleza. Una mirada inicial a las enormes columnas de la iglesia evocará inevitablemente la sensación de estar entre enormes troncos de árboles. El uso del color es también asombroso. Casi todas las obras de Gaudí están caracterizadas por acentos de colores y matices, y la Sagrada Familia no es diferente. Sus enormes vidrieras llenan el interior con hermosas mezclas de rojos, azules, amarillos y verdes. La manera en la que la luz se cuela por las vidrieras e ilumina partes específicas del interior fue cuidadosamente planeada. Las vidrieras de colores más intensos se sitúan en la parte baja de las paredes, mientras que las más claras están más arriba, lo que da como resultado que destaque el impresionante techo, bañado por la luz. En diferentes momentos del día, la ubicación del sol afecta de forma drástica el aspecto del interior de la iglesia, y así, cada vez que uno la visita parece cambiar de carácter y atmósfera. También está el ábside de la iglesia, la media cúpula situada encima del altar. El de la Sagrada Familia fue la primera parada de Gaudí después de dar sus últimos retoques a la cripta a medio hacer. Con sus grandes ventanales que dejan pasar mucha luz natural, su dosel cargado de vides y su altar en forma de cruz, es una visión magnífica que inspira admiración. Por las paredes del ábside verás ángeles llorando (esperamos de que alegría), y de este lugar parten siete capillas y dos escaleras en espiral que ascienden por las fachadas como dos gigantescos caracoles de piedra. En la cripta, esa parte del edificio que el arquitecto Francisco de Paula del Villa casi terminó antes de que Gaudí tomara la dirección de la construcción, se puede apreciar la diferencia con el resto del interior de la Sagrada Familia. Los suelos de mosaico, más familiares, pero no menos impresionantes, están enmarcados con diseños de enredaderas, raíces y flores. Aunque Gaudí ya era conocido por su tendencia a utilizar formas orgánicas en su trabajo, es posible que se inspirara estos diseños como punto de partida para imaginar el resto del espacio de la cripta. Gaudí y Bocabella son las dos únicas personas que están enterradas aquí. Dada su magnificencia, no es de extrañar que la Sagrada Familia sea uno de los destinos turísticos más populares de Barcelona. En lugar de arriesgarte a no entrar o hacer cola durante horas, ¿por qué no reservas una visita guiada a este magnífico edificio? Así aprenderás muchas más historias y detalles que un guía mucho más experto que nosotros te contará. ¿Cuánto se tarda en ver la Sagrada Familia por dentro? Para disfrutar de la experiencia completa, es recomendable dedicar al menos una hora y media para verla por dentro. El recorrido incluye el interior de la basílica, las torres y el museo, y cada uno de estos espacios tiene su propia belleza y detalles que merecen ser apreciados con calma. ¿Qué día se puede entrar gratis a la Sagrada Familia? Aunque la entrada a la Sagrada Familia es de pago, existen algunas oportunidades para visitarla de forma gratuita. El día de la Mercè, la patrona de Barcelona, que se celebra el 24 de septiembre, se permite el acceso gratuito a la basílica para los residentes de la ciudad. Además, el 25 de diciembre y el 26 de diciembre, la entrada es gratuita para todos los visitantes. También es importante tener en cuenta que los menores de 11 años tienen entrada gratuita en cualquier momento del año. Además, como templo católico que es, puedes acceder gratuitamente los domingos en horario de misa. En cualquier caso, es recomendable consultar la página web oficial de la Sagrada Familia para obtener información actualizada sobre las tarifas y los horarios de visita. ¿Cómo entrar a la cripta de la Sagrada Familia? La cripta de la Sagrada Familia es un espacio muy especial dentro del monumento, ya que fue el lugar donde se celebraron las primeras misas antes de que se terminara la construcción de la basílica. Para entrar a la cripta, es necesario adquirir una entrada específica que se puede comprar en la taquilla o en la página web oficial de la Sagrada Familia. La entrada incluye una visita guiada en la que se explican los detalles históricos y arquitectónicos de este espacio. También es importante tener en cuenta que la cripta está ubicada en la parte inferior de la basílica, por lo que es necesario estar preparado para descender y subir unas escaleras. En cualquier caso, visitar la cripta es una experiencia única para conocer la historia y la evolución de este impresionante monumento. ¿Quién está enterrado en la cripta de la Sagrada Familia de Barcelona? En la cripta de la Sagrada Familia se encuentran enterrados algunos de los personajes más importantes en la historia de la construcción de la basílica. Entre ellos se encuentran el arquitecto Antoni Gaudí, quien dirigió las obras durante 40 años hasta su muerte en 1926; y Josep Maria Bocabella, el promotor y fundador de la asociación que inició la construcción de la Sagrada Familia. También descansan allí otros colaboradores de Gaudí y miembros de la familia Bocabella. La cripta es un espacio muy especial dentro de la basílica que se puede visitar con una entrada específica y que forma parte de la rica historia de este impresionante monumento. Las obras de Gaudí de cerca A diferencia de otros arquitectos, Gaudí prefería crear sus edificios no a partir de planos, sino de modelos a escala. Qué tipo... Lo mejor es que muchas se han conservado, y que se pueden ver de cerca en el museo de la Sagrada Familia. Aunque algunos se quemaron durante la trágica y vergonzosa guerra civil, los modelos que se utilizaron para reiniciar el proyecto se encuentran ahora en el museo. En el interior del museo encontrarás maquetas de las torres, muchas partes del interior, así como fotos, dibujos y otros artefactos que narran la historia de la construcción de la basílica. Merece mucho la pena visitarlo, simplemente por la escala de algunas de estas maquetas, verdaderas esculturas y un testimonio invaluable del proceso creativo de Gaudí. Si quieres saber más sobre la Sagrada Familia, puedes consultar también nuestra guía completa, con su historia, datos de Antoni Gaudí, diseño e influencias. En definitiva, y aunque no te guste andar entre multitudes, haz el esfuerzo y no dejes de visitar este monumento inigualable. Y si quieres aprovechar tus días en Barcelona al máximo y no gastarte tanto dinero en las entradas a las principales atracciones de la ciudad, considera cualquiera de los dos pases que Go City te ofrece en Barcelona. ¡No te arrepentirás!
Anna Rivero

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