Cosas que hacer en Trastevere, Roma

Siguiendo el curso del río Tíber hacia el sur desde el Vaticano se llega al barrio de Trastevere, que comparte con la vecina ciudad estado un ambiente distinto al del resto de Roma: más tranquilo, menos caótico. En este encantador barrio será menos probable que te topes con el frenético ajetreo de coches y motos típico de Via del Corso, o con las grandes multitudes que abarrotan la Fontana di Trevi y Piazza di Spagna. El ritmo de vida en Trastevere es mucho más apacible que en el centro, al menos durante el día, porque su animada vida nocturna forma parte del particular encanto de este barrio romano.

Al pasear por sus callejuelas empedradas y sus recoletas plazas tendrás la sensación de haberte trasladado a una encantadora ciudad de provincias, a años luz del caótico centro de Roma. Y, sin embargo, Trastevere está a escasa media hora andando de las principales atracciones turísticas de Roma, como el Coliseo, el Foro Romano o el Panteón. Es, sin duda, uno de los barrios de Roma que nadie debería perderse. A continuación, te contamos todas las cosas que se pueden ver y hacer en el romano barrio de Trastevere.

Conviértete en la estrella de Instagram por un día

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En cuanto pongas el pie en Trastevere, comprenderás a qué nos referimos. Se te pasarán las horas sin darte cuenta mientras recorres sus preciosas callejuelas, sus animadas plazas y sus iglesias medievales. Pocos barrios hay más fotogénicos que este, así que no es de extrañar que sientas la necesidad de llenar tu Instagram de fotos artísticas de coloridos postigos de ventanas, de extravagantes aldabas de hierro fundido y de vespas estratégicamente aparcadas en pintorescas esquinas. Sin mencionar, por supuesto, las típicas casas en tonos ocres, la ropa colgada en los balcones, las fachadas cubiertas de hiedra y las macetas floridas en los alféizares. Hasta los grafitis de Trastevere quedan bien en Instagram. ¡Te será imposible soltar la cámara!

Vive una experiencia religiosa en Roma

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¿Sabías que Roma tiene casi mil iglesias? Pues ya lo sabes. Y lo que es mejor, todas y cada una de ellas son gratuitas. Por lo que, si te gusta el arte y la arquitectura, te lo vas a pasar en grande en Roma. En Trastevere encontrarás algunas de estas bellezas, por supuesto. Por ejemplo, la Basílica de Santa María en Trastevere, una de las iglesias más antiguas de Roma, con ciertas partes que se remontan nada menos que al siglo IV, y muchas otras que datan de la época medieval, como su impresionante campanario románico del siglo XII y sus preciosos mosaicos, obra del artista Pietro Cavallini. No muy lejos de esta joya arquitectónica, podrás visitar otra: la iglesia de Santa Cecilia en Trastevere, donde podrás contemplar el enorme fresco del Juicio Final de Cavallini, considerado su obra maestra, y el Martirio de Santa Cecilia, la inquietante aunque bellísima estatua de mármol del escultor Stefano Maderno.

Sube a la cima del Gianicolo y disfruta de las vistas de Roma

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Con sus 82 metros de altura, la colina del Gianicolo (Janículo) es la segunda más alta de Roma (después del Monte Mario). Desde Trastevere hasta la cima hay unos 25 minutos a pie (o 5 minutos en taxi). Hazte con algo de salami italiano, una focaccia recién horneada, un trozo de queso pecorino y una botella de barolo, y date un banquete en forma de picnic con vistas cuando llegues a la cima. ¡Te lo has merecido! Tras contemplar a vista de pájaro la Basílica de San Pedro y la Ciudad Eterna, date un paseo para descubrir todo lo que el Gianicolo tiene que ofrecer, como la imponente estatua de Garibaldi a caballo y la monumental fuente del siglo XVII, conocida como Fontanone del Gianicolo, con esculturas de mármol de dragones y águilas, emblemas de la familia Borghese. Programa tu visita para ver de cerca el cañonazo diario que marca la llegada del mediodía, una tradición que se remonta al año 1847.

Tómate un helado en Piazza Trilussa

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Piazza Trilussa, uno de los lugares de reunión favoritos de romanos y romanas, es una pequeña y animada plaza con vistas al Ponte Sisto y al río Tíber. Disfruta de un auténtico helado italiano en la cercana Otaleg. (sí, es "gelato" escrito al revés), donde el arco iris de sabores poco corrientes incluye kiwi, mango con chocolate y un sorbete de alcachofa. Tómate tu tiempo para saborear tu helado y contemplar a la gente desde la fuente monumental de la plaza, después acércate hasta el puente medieval sobre el Tíber.

Visita el Museo de Roma

La sede del Museo di Roma en Trastevere es un antiguo convento carmelita del siglo XVII con una fachada de color albaricoque. Entra y descubre tesoros artísticos y objetos históricos relacionados con la Ciudad Eterna. Además de contemplar las recreaciones de escenas históricas a tamaño natural (entre las que destaca una que representa una gran juerga en una posada local), podrás disfrutar de exposiciones centradas principalmente en la vida en Roma durante los siglos XVIII y XIX. Entre las piezas más populares del museo se encuentran las obras del maestro acuarelista del siglo XIX Ettore Roesler Franz, cuyos paisajes urbanos proporcionan un fascinante testimonio del rápido desarrollo de la ciudad a finales del siglo XIX.

Relájate en el Jardín Botánico de Trastevere

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Más 3000 especies de plantas diferentes pueblan el Orto Botanico situado en la ladera del Gianicolo. En este oasis de paz y tranquilidad te sentirás a un millón de kilómetros de distancia del bullicio de Roma. Cuando pasees entre bonsáis y cascadas en el Jardín Japonés, comprenderás perfectamente a lo que nos referimos. Además, en el jardín botánico, hay también un jardín sensorial, una rosaleda, varios invernaderos con plantas tropicales y un hermoso bosquecillo de bambú situado junto a las ruinas de las antiguas Murallas Aurelianas de Roma, construidas en el siglo III. Tras esta relajante inmersión en la naturaleza, acércate hasta el Palazzo Corsini, un palacio barroco del siglo XVII que alberga en su interior una gran colección de obras maestras, con piezas de artistas de la talla Caravaggio, Rubens, Ginevra Cantofoli, Artemisia Gentileschi e incluso Murillo y El Greco.

Llévate un recuerdo diferente en el mercadillo de Porta Portese

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El mercadillo dominical de Porta Portese es el más grande de Roma, y se extiende a lo largo de un kilómetro y medio desde su entrada por la imponente puerta de la ciudad que da nombre al mercado. Si te gusta rebuscar entre puestos atestados de todo tipo de productos polvorientos, en este mercadillo te lo pasarás en grande. Puede que encuentres algún tesoro que llevabas años buscando, quién sabe. Eso sí, trata de disimular tu entusiasmo... o te será mucho más difícil regatear. Un consejo: lleva dinero en metálico, porque en los puestos del mercadillo no suelen aceptar tarjetas de crédito.

Disfruta de la animada vida nocturna de Trastevere

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Trastevere cobra vida por la noche, cuando la gente se reúne en las plazas para tomarse una pizza y una cerveza. Cocida en horno de leña, finísima y ultracrujiente, la pizza de Roma es, como era de esperar, una de las mejores del mundo. Uno de los locales favoritos de la gente del barrio es la Pizzeria ai Marmi, toda una institución en Trastevere, con sus pesadas mesas de mármol y su atestada terraza. Elige tus ingredientes favoritos y no te prives, eso sí, ten en cuenta que en Roma la pizza es un plato individual. Intercambiar porciones está bien, pero lo de pedir una pizza para dos no es algo que en Italia se haga con frecuencia.

Si te gusta la cerveza y te apetece probar algo más original que las típicas Peroni y Moretti, Trastevere es tu sitio. Dirígete a Ma Che Siete Venuti a Fà, en Via Benedetta, donde encontrarás una selección siempre cambiante de cervezas artesanales. Al otro lado de la calle, Bir & Fud también tiene un buen repertorio de cervezas artesanales, además de excelentes pizzas, pero en este caso al estilo napolitano. ¡Que aproveche!

Ahorra en Roma con Go City®

Ahora que ya sabes todo lo que necesitas saber sobre el barrio de Trastevere, ¿qué te parece si te contamos cómo ahorrar sin perderte nada durante tu visita a Roma? Es muy sencillo, solo tienes que hacerte con un pase de Go City®. Un pase turístico que te permitirá ahorrar en las entradas para las principales atracciones y actividades de Roma. ¡No te lo pierdas!

Maria Ermitas Barrasa Rodriguez
Maria Ermitas Barrasa Rodriguez
Escritor/a de viajes freelance

Mitas es una traductora de español afincada en Madrid que disfruta acercando todo tipo de historias al público hispanohablante, ya sea en forma de videojuegos, novelas o blogs de viajes. Cuando no está tomando café y jugando con las palabras, a Mitas le encanta emplear su tiempo en viajar, ir a conciertos y ver teatro, mucho teatro.

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Las mejores excursiones de un día desde Roma

Roma tiene tanto que ofrecer que puede incluso resultar apabullante en una primera visita. Lo mejor es tomárselo con calma y hacer una visita a la Fontana di Trevi cuanto antes para lanzar la moneda y desear volver pronto a la Ciudad Eterna. Ya sabes que Roma no se construyó en un día y por lo tanto tampoco puede abarcarse en una sola visita. Sobre todo, porque además de recorrer el centro de la ciudad, con el Coliseo, los Foros Romanos, las plazas, las fuentes y los montones de maravillas romanas, tendrás la tentación de visitar los alrededores de Roma, donde te esperan lugares encantadores e inolvidables. Via Appia Antica Villa Adriana en Tívoli Vistas desde las colinas de Orvieto Lago Bracciano Asís Florencia Pompeya Recorre la Via Appia Antica en bicicleta Una de las visitas que merecen mucho la pena si estás en Roma es hacer un recorrido en bicicleta por la Via Appia Antica, la antigua calzada romana que unía Brundisium (actual Brindisi) con la capital. El mejor momento para lanzarse a explorar esta histórica calzada salpicada de monumentos es el domingo, porque es el día que está cerrada al tráfico rodado y podrás disfrutar a tus anchas de tu excursión en bici. La calzada tiene la friolera de 560 kilómetros, pero no te preocupes, las partes imperdibles están todas a pocos kilómetros del centro de visitantes, que está a 15 minutos del Circo Massimo. Consulta el mapa y decide qué monumentos quieres visitar y dónde quieres hacer paradas para descansar o incluso para hacer un agradable picnic. Tienes mucho donde elegir, porque la ruta está salpicada de iglesias, villas, mausoleos y catacumbas. Visita Villa Adriana en Tívoli Al emperador Adriano le gustaba salir de la ciudad de vez en cuando; sigue sus pasos y visita su villa a las afueras de Tívoli. Por suerte, tú no tendrás que ir en cuadriga, basta que tomes el transporte público en la estación de Termini para llegar a la zona en menos de dos horas (en coche te llevará tan solo media hora). A Adriano, como a todos los emperadores romanos, le encantaba construir cosas, y no cualquier cosita, sino monumentos como el increíble Panteón de Roma o su propia muralla, pero también el magnífico complejo de villas de Tívoli, con termas, templos, teatros y jardines. Si las ruinas romanas no son lo tuyo, tal vez te interese más visitar la cercana Villa d'Este, un palacio del siglo XVI. Sus extensos terrenos cuentan con uno de los primeros jardines renacentistas italianos, que sentaron las bases del estilo que se extendió por Europa y que consistía en formas geométricas, fuentes y estatuas ornamentales. Disfruta de vistas panorámicas en Orvieto A 90 minutos en tren del centro de Roma, se encuentra la ciudad de Orvieto, encaramada a una enorme roca volcánica y con unas vistas panorámicas inmejorables de las colinas romanas. Sube en teleférico hasta el Duomo (o camina hasta la cumbre para abrir el apetito y disfrutar aún más de la deliciosa pizza o la increíble pasta que te comas en la ciudad) y asciende hasta la torre del reloj para contemplar las vistas de 360 grados de las colinas circundantes. Si tienes coche, o una vespa, puedes tomar el camino más largo para volver a casa y recorrer las ricas regiones agrícolas de la campiña sabina, haciendo paradas para degustar el delicioso aceite de oliva y las exquisitas trufas de producción local. Si no, puedes volver a Roma a tiempo para disfrutar de una cena tradicional en una terraza en el barrio de Prati. Disfruta de la naturaleza en el lago Bracciano Si te apetece zambullirte en plena naturaleza, pero no tienes tiempo de viajar hasta los Alpes, te recomendamos hacer una excursión de un día al lago Bracciano, que se encuentra a una hora al norte de Roma. Este lago volcánico, muy frecuentado por piragüistas, submarinistas y todo tipo de amantes de los deportes acuáticos, está resguardado por las colinas que lo rodean y protegido por encontrarse en un parque nacional, por lo que el número de embarcaciones motorizadas está restringido. Aprovecha la excursión para visitar la pequeña ciudad de Bracciano y el castillo medieval de Orsini-Odescalchi, que alberga una impresionante colección de armaduras y armas medievales, aunque quizá sea más famoso por ser el lugar donde se casaron Tom Cruise y Katie Holmes. Haz una peregrinación hasta Asís Menos famosa que la Toscana, aunque igual de bonita, es la vecina región de Umbría, donde se encuentra la encantadora ciudad de Asís, lugar de peregrinaje para amantes del arte y personas devotas del santo patrón de los animales y el medio ambiente. Visita la Basílica de San Francisco de Asís y no te pierdas los maravillosos frescos de Giotto y la tumba de San Francisco. Cuando termines de visitar la basílica, date un agradable paseo por la ciudad de Asís y recorre sus estrechas callejuelas adoquinadas repletas de tiendas familiares y casitas de piedra. Disfruta de la calma y el encanto de visitar una ciudad pequeña mucho menos atestada de turistas que la capital. Tú decides si te quedas a cenar y a seguir disfrutando de la relajación rural, o si prefieres regresar al bullicio de Roma al atardecer. Maravíllate ante la belleza arquitectónica de Florencia Roma no se queda corta en lo que a grandes obras maestras se refiere (la mayoría se encuentran en los Museos Vaticanos y en el Museo Capitolino), pero si te gusta el arte, lo más seguro es que no puedas resistirte a la tentación de visitar Florencia. Esta fascinante ciudad italiana fue el epicentro de la creación artística italiana durante el renacimiento, hecho que queda más que patente en su bella arquitectura y en sus impresionantes galerías. Madruga para tomar el tren temprano y visitar la Galería de los Uffizi por la mañana. Por la tarde, podrás visitar la Academia o subir al Duomo. Termina el día con una visita autoguiada a pie por el Ponte Vecchio y la Piazza Della Signoria, donde podrás empaparte del ambiente florentino mientras tomas un refrescante aperitivo antes de volver a Roma. Haz un viaje en el tiempo hasta Pompeya Destruida por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C., la ciudad de Pompeya no fue redescubierta hasta el siglo XVIII, perfectamente conservada bajo una gran capa de ceniza. De hecho, casi todo lo que sabemos sobre la vida cotidiana del pueblo romano procede de lo que se ha descubierto en los yacimientos de Pompeya, donde se conservan desde huertos, panaderías y burdeles, hasta lámparas, utensilios de cocina e incluso grafitis. Puedes pasar fácilmente más de un par de horas paseando por las ruinas, pero lo mejor es acabar la visita antes de que lleguen las horas de más calor, ya que no hay muchas sombras donde cobijarse en Pompeya. Por la tarde, podrás aprovechar para para subir al volcán o para visitar la caótica e inimitable ciudad de Nápoles. Ahorra en Roma con Go City® Es bien sabido que todos los caminos llevan a Roma, por lo que no es de extrañar que desde Roma haya montones de excursiones increíbles que hacer en un día. No importa si prefieres las ruinas antiguas, el esplendor renacentista o la suntuosidad barroca, todo ello y mucho más, podrás disfrutarlo en Roma y en sus alrededores. Y si además de aprovechar al máximo tu viaje a Roma, también quieres ahorrar en las entradas para las principales atracciones turísticas de la Ciudad Eterna, solo tienes que hacerte con un Pase Explorer de Go City®. ¡No te lo pierdas! Con los pases turísticos de Go City®, cuanto más visitas, más ahorras.
Maria Ermitas Barrasa Rodriguez
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Planes curiosos y originales en Roma

Roma es un auténtico paraíso turístico, con atracciones mundialmente famosas como el Coliseo, el Foro Romano, el Panteón o la Fontana di Trevi, pero la cosa no queda ahí. Si a ti lo que te gusta es adentrarte en los caminos menos transitados, en Roma también encontrarás todo tipo de actividades curiosas y planes extravagantes. Desde barrios recónditos que parecen sacados de un cuento de hadas hasta murallas milenarias dentro de un McDonald's, la Ciudad Eterna tiene montones de cosas con las que sorprenderte. Si lo tuyo son los planes insólitos, la caza de anécdotas y la búsqueda de recuerdos originales, no te pierdas nuestra selección de planes originales y algo estrambóticos que hacer en Roma. Nuestra selección incluye: Barrios recónditos y fascinantes Cenar en un tranvía con jazz en directo Iglesias insólitas Descenso a las catacumbas ¡Y mucho más! Adéntrate en un cuento de hadas sin salir de Roma El diminuto Quartiere Coppedè, con sus agradables jardines, sus enormes fuentes y sus coloridas fachadas adornadas con gárgolas y frescos, es un barrio bastante desconocido y nada turístico. Lo cual no quiere decir que no merezca mucho la pena visitarlo. Pasea por sus tranquilas calles y sus silenciosas plazas para descubrir una fascinante mezcla de estilos arquitectónicos, que van desde la Antigüedad griega hasta el Art Nouveau, pasando por el gótico, el románico, el manierista y muchos más. Deambula por las calles de este barrio de ensueño y descubre torres florentinas, palacios barrocos y arcos moriscos. Una de las calles que no debes perderte es Via Tagliamento, donde descubrirás el Palazzo del Ragno (palacio de la araña), de inspiración asiria, famoso por la enorme lámpara de araña de hierro que cuelga del arco que forma parte de la fachada del palacio. Acércate también hasta la famosa Fuente de las Ranas, en este ambiente tan onírico, lo mismo te dejas llevar e intentas darle un beso a alguna a ver si se convierte en tu príncipe o princesa ideal. Una audiencia con el Papa en Roma No hace falta tener fe para asistir a las bendiciones y oraciones semanales del Pontífice en la Plaza de San Pedro o en el Auditorio Nervi del Vaticano. Solo tienes que ir con la mente abierta y dejarte llevar por el tono sereno y meditativo del Papa. No todos los días se puede ver de cerca a la máxima autoridad de una religión tan multitudinaria y, total, al Vaticano tienes que ir igualmente, porque no querrás perderte sus muchas joyas, como la Capilla Sixtina, por ejemplo. La entrada a la audiencia papal es gratuita, aunque también puedes adquirir un pase combinado con acceso a la Basílica de San Pedro, visita obligada en Roma. El Santo Padre suele dirigirse a la multitud los miércoles sobre las 9:30 de la mañana, siempre que se encuentre en la ciudad. Eso sí, es recomendable llegar temprano para conseguir buen sitio, porque se suele llenar. Deja que Roma te cale hasta los huesos Si lo que buscas son criptas llenas de calaveras e iglesias con reliquias antiguas, estás en la ciudad adecuada. Regálate una visita a las criptas de Santa Maria della Concezione, donde los restos mortales de unos 4000 frailes capuchinos decoran las paredes, como si fuera el resultado de una versión macabra de un episodio de Reformas para todos los bolsillos. Prepárate para contemplar la extraña cripta de pelvis y trata de no traumatizarte con el esqueleto del techo que empuña una guadaña (de huesos, por supuesto). Y si aún te queda estómago para continuar con el festival de huesos, no te pierdas la iglesia de San Silvestro in Capite, donde se expone un cráneo que pretende ser la cabeza decapitada de San Juan el Bautista . O si viajas en pareja y os gusta darle un toque macabro a vuestros planes románticos (para gustos están los colores, ¿no?), solo tenéis que visitar la Basílica de Santa Maria in Cosmedin, donde podréis contemplar de cerca nada menos que el cráneo de San Valentín adornado con guirnaldas de flores. Vistas peculiares de la Basílica de San Pedro De todas las fotos de Instagram de la Basílica de San Pedro que se pueden tomar desde distintos puntos de Roma, el ojo de la cerradura del Aventino es posiblemente la más peculiar. Tendrás que hacer cola para esperar tu turno, porque se ha corrido la voz, pero la espera merece la pena, ya verás. Colócate bien cuando llegue tu turno y verá cómo el ojo de la cerradura sirve de marco perfecto a la basílica, flanqueada por los setos perfectamente cuidados del jardín de la Villa dei Cavalieri. Otra ilusión óptica que suele desconcertar a quienes la ven es la que tiene lugar en Via Niccolò Piccolomini, al pasear desde el otro extremo de la frondosa avenida hacia San Pedro. La cúpula de la basílica, de aspecto imponente en un principio, parece disminuir de tamaño a medida que nos acercamos. Resulta bastante desconcertante, sobre todo si haces el trayecto a gran velocidad. Como, por ejemplo, en una vespa. ¿Vas a querer patatas y bebida con tu muralla milenaria? Estarás pensando que con toda la deliciosa pasta y las exquisitas pizzas que te esperan en Roma, nos hemos vuelto totalmente tarumbas si pretendemos recomendarte un Big Mac. Pero no es precisamente la comida lo que nos interesa en el McDonald's del sótano de la estación Termini de Roma, sino los restos de las Murallas Servianas que se yerguen en plena hamburguesería. Estas imponentes murallas rodeaban la ciudad y servían de defensa contra las invasiones galas y cartagineses en la Roma del siglo IV a.C. Resulta un espectáculo bastante incongruente, contemplar unas ruinas romanas dentro de un McDonald's normal y corriente, pero ¡qué esperabas, esto es Roma! Si pretendes seguir una dieta estricta de pasta y pizza durante tu estancia en Roma y por, lo tanto, te niegas a pisar una sola hamburguesería (con ruinas romanas o sin ellas), no te preocupes, también hay restos de las murallas fuera de la estación de Termini. Visita una iglesia circular En una ciudad con unas mil iglesias repartidas por sus calles, como es Roma. Es evidente que además de las iglesias más clásicas y convencionales, alguna tiene que haber algo más peculiar que las demás. Santo Stefano Rotondo, por ejemplo, es la primera iglesia circular de Roma y data del siglo V d.C. Cruciforme por fuera, es en su interior donde las cosas se ponen realmente interesantes, con un gran espacio central circular repleto de columnas en formación circular y unos asombrosos frescos de los artistas del siglo XVI Niccolò Circignani y Antonio Tempesta que representan, con espantoso detalle, las macabras muertes de 34 mártires. La Bocca della Verità Si te fijas bien, descubrirás un personaje curioso en el pórtico de la basílica románica de Santa María in Cosmedin (la de los restos de San Valentín, ¿te acuerdas?). Un personaje que parece salido de la película de culto de los años 80 Dentro del laberinto, pero que es en realidad la famosa Bocca della Verità (Boca de la Verdad), una enorme máscara de mármol con unas propiedades muy particulares... Cuenta la leyenda que quienes hubieran mentido perderían los dedos al meter la mano en la boca de la máscara. Si, cuando la encuentres, te sientes especialmente valiente, puedes comprobar su eficacia en tus propias carnes (te recomendamos probar con tu mano menos buena, ¡por si las moscas!). Roma, territorio de gatos A pesar de lo que pueda parecer, los restos del antiguo Teatro de Pompeyo y los templos de la época de la República Romana que lo rodean no están deshabitados, de hecho, centenares de habitantes aún viven entre las ruinas: los famosos gatos romanos. Los encontrarás a sus anchas en los alrededores de la Piazza Largo di Torre Argentina. Deambulan entre las ruinas, se asoman tras las columnas y se cobijan a la sombra de los antiguos muros de piedra. Muchos de ellos son amistosos e interactúan con la gente que se les acercan de buena gana. En definitiva, un plan perfecto en roma si eres amante de los felinos. Turismo, cena en un tranvía de época y jazz en directo Si buscas planes extravagantes en Roma, es imposible que Tramjazz te decepcione. La combinación de jazz en directo, cena a la luz de las velas y turismo por Roma es difícil de superar. La aventura comienza cuando subes a bordo del Stanga 1947, un tranvía de época que recorre con calma las calles de Roma mientras tú disfrutas de una cena de tres platos a la luz de las velas, amenizada por la música en directo de la banda de jazz del tranvía. Esta experiencia única pasa por varias atracciones importantes, con el Coliseo y Villa Borghese. Definitivamente un plan muy diferente a las típicas visitas masificadas de los monumentos romanos. Ahorra en Roma con Go City® Ahora que ya conoces los mejores planes insólitos y originales en Roma, ¡tienes todo lo que necesitas para disfrutar de tu viaje! Bueno, casi todo. Aún te falta lo más importante: tu pase de Go City®. Un pase turístico que te permitirá ahorrar en las entradas para las principales atracciones y actividades de Roma. ¡No te lo pierdas!
Maria Ermitas Barrasa Rodriguez
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