Cosas que hacer en Trastevere, Roma

ACTUALIZADO EL JULIO DE 2024<a href="#author-bio">Maria Ermitas Barrasa Rodriguez</a>

Siguiendo el curso del río Tíber hacia el sur desde el Vaticano se llega al barrio de Trastevere, que comparte con la vecina ciudad estado un ambiente distinto al del resto de Roma: más tranquilo, menos caótico. En este encantador barrio será menos probable que te topes con el frenético ajetreo de coches y motos típico de Via del Corso, o con las grandes multitudes que abarrotan la Fontana di Trevi y Piazza di Spagna. El ritmo de vida en Trastevere es mucho más apacible que en el centro, al menos durante el día, porque su animada vida nocturna forma parte del particular encanto de este barrio romano.

Al pasear por sus callejuelas empedradas y sus recoletas plazas tendrás la sensación de haberte trasladado a una encantadora ciudad de provincias, a años luz del caótico centro de Roma. Y, sin embargo, Trastevere está a escasa media hora andando de las principales atracciones turísticas de Roma, como el Coliseo, el Foro Romano o el Panteón. Es, sin duda, uno de los barrios de Roma que nadie debería perderse. A continuación, te contamos todas las cosas que se pueden ver y hacer en el romano barrio de Trastevere.

Conviértete en la estrella de Instagram por un día

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En cuanto pongas el pie en Trastevere, comprenderás a qué nos referimos. Se te pasarán las horas sin darte cuenta mientras recorres sus preciosas callejuelas, sus animadas plazas y sus iglesias medievales. Pocos barrios hay más fotogénicos que este, así que no es de extrañar que sientas la necesidad de llenar tu Instagram de fotos artísticas de coloridos postigos de ventanas, de extravagantes aldabas de hierro fundido y de vespas estratégicamente aparcadas en pintorescas esquinas. Sin mencionar, por supuesto, las típicas casas en tonos ocres, la ropa colgada en los balcones, las fachadas cubiertas de hiedra y las macetas floridas en los alféizares. Hasta los grafitis de Trastevere quedan bien en Instagram. ¡Te será imposible soltar la cámara!

Vive una experiencia religiosa en Roma

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¿Sabías que Roma tiene casi mil iglesias? Pues ya lo sabes. Y lo que es mejor, todas y cada una de ellas son gratuitas. Por lo que, si te gusta el arte y la arquitectura, te lo vas a pasar en grande en Roma. En Trastevere encontrarás algunas de estas bellezas, por supuesto. Por ejemplo, la Basílica de Santa María en Trastevere, una de las iglesias más antiguas de Roma, con ciertas partes que se remontan nada menos que al siglo IV, y muchas otras que datan de la época medieval, como su impresionante campanario románico del siglo XII y sus preciosos mosaicos, obra del artista Pietro Cavallini. No muy lejos de esta joya arquitectónica, podrás visitar otra: la iglesia de Santa Cecilia en Trastevere, donde podrás contemplar el enorme fresco del Juicio Final de Cavallini, considerado su obra maestra, y el Martirio de Santa Cecilia, la inquietante aunque bellísima estatua de mármol del escultor Stefano Maderno.

Sube a la cima del Gianicolo y disfruta de las vistas de Roma

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Con sus 82 metros de altura, la colina del Gianicolo (Janículo) es la segunda más alta de Roma (después del Monte Mario). Desde Trastevere hasta la cima hay unos 25 minutos a pie (o 5 minutos en taxi). Hazte con algo de salami italiano, una focaccia recién horneada, un trozo de queso pecorino y una botella de barolo, y date un banquete en forma de picnic con vistas cuando llegues a la cima. ¡Te lo has merecido! Tras contemplar a vista de pájaro la Basílica de San Pedro y la Ciudad Eterna, date un paseo para descubrir todo lo que el Gianicolo tiene que ofrecer, como la imponente estatua de Garibaldi a caballo y la monumental fuente del siglo XVII, conocida como Fontanone del Gianicolo, con esculturas de mármol de dragones y águilas, emblemas de la familia Borghese. Programa tu visita para ver de cerca el cañonazo diario que marca la llegada del mediodía, una tradición que se remonta al año 1847.

Tómate un helado en Piazza Trilussa

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Piazza Trilussa, uno de los lugares de reunión favoritos de romanos y romanas, es una pequeña y animada plaza con vistas al Ponte Sisto y al río Tíber. Disfruta de un auténtico helado italiano en la cercana Otaleg. (sí, es "gelato" escrito al revés), donde el arco iris de sabores poco corrientes incluye kiwi, mango con chocolate y un sorbete de alcachofa. Tómate tu tiempo para saborear tu helado y contemplar a la gente desde la fuente monumental de la plaza, después acércate hasta el puente medieval sobre el Tíber.

Visita el Museo de Roma

La sede del Museo di Roma en Trastevere es un antiguo convento carmelita del siglo XVII con una fachada de color albaricoque. Entra y descubre tesoros artísticos y objetos históricos relacionados con la Ciudad Eterna. Además de contemplar las recreaciones de escenas históricas a tamaño natural (entre las que destaca una que representa una gran juerga en una posada local), podrás disfrutar de exposiciones centradas principalmente en la vida en Roma durante los siglos XVIII y XIX. Entre las piezas más populares del museo se encuentran las obras del maestro acuarelista del siglo XIX Ettore Roesler Franz, cuyos paisajes urbanos proporcionan un fascinante testimonio del rápido desarrollo de la ciudad a finales del siglo XIX.

Relájate en el Jardín Botánico de Trastevere

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Más 3000 especies de plantas diferentes pueblan el Orto Botanico situado en la ladera del Gianicolo. En este oasis de paz y tranquilidad te sentirás a un millón de kilómetros de distancia del bullicio de Roma. Cuando pasees entre bonsáis y cascadas en el Jardín Japonés, comprenderás perfectamente a lo que nos referimos. Además, en el jardín botánico, hay también un jardín sensorial, una rosaleda, varios invernaderos con plantas tropicales y un hermoso bosquecillo de bambú situado junto a las ruinas de las antiguas Murallas Aurelianas de Roma, construidas en el siglo III. Tras esta relajante inmersión en la naturaleza, acércate hasta el Palazzo Corsini, un palacio barroco del siglo XVII que alberga en su interior una gran colección de obras maestras, con piezas de artistas de la talla Caravaggio, Rubens, Ginevra Cantofoli, Artemisia Gentileschi e incluso Murillo y El Greco.

Llévate un recuerdo diferente en el mercadillo de Porta Portese

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El mercadillo dominical de Porta Portese es el más grande de Roma, y se extiende a lo largo de un kilómetro y medio desde su entrada por la imponente puerta de la ciudad que da nombre al mercado. Si te gusta rebuscar entre puestos atestados de todo tipo de productos polvorientos, en este mercadillo te lo pasarás en grande. Puede que encuentres algún tesoro que llevabas años buscando, quién sabe. Eso sí, trata de disimular tu entusiasmo... o te será mucho más difícil regatear. Un consejo: lleva dinero en metálico, porque en los puestos del mercadillo no suelen aceptar tarjetas de crédito.

Disfruta de la animada vida nocturna de Trastevere

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Trastevere cobra vida por la noche, cuando la gente se reúne en las plazas para tomarse una pizza y una cerveza. Cocida en horno de leña, finísima y ultracrujiente, la pizza de Roma es, como era de esperar, una de las mejores del mundo. Uno de los locales favoritos de la gente del barrio es la Pizzeria ai Marmi, toda una institución en Trastevere, con sus pesadas mesas de mármol y su atestada terraza. Elige tus ingredientes favoritos y no te prives, eso sí, ten en cuenta que en Roma la pizza es un plato individual. Intercambiar porciones está bien, pero lo de pedir una pizza para dos no es algo que en Italia se haga con frecuencia.

Si te gusta la cerveza y te apetece probar algo más original que las típicas Peroni y Moretti, Trastevere es tu sitio. Dirígete a Ma Che Siete Venuti a Fà, en Via Benedetta, donde encontrarás una selección siempre cambiante de cervezas artesanales. Al otro lado de la calle, Bir & Fud también tiene un buen repertorio de cervezas artesanales, además de excelentes pizzas, pero en este caso al estilo napolitano. ¡Que aproveche!

Ahorra en Roma con Go City®

Ahora que ya sabes todo lo que necesitas saber sobre el barrio de Trastevere, ¿qué te parece si te contamos cómo ahorrar sin perderte nada durante tu visita a Roma? Es muy sencillo, solo tienes que hacerte con un pase de Go City®. Un pase turístico que te permitirá ahorrar en las entradas para las principales atracciones y actividades de Roma. ¡No te lo pierdas!

Maria Ermitas Barrasa Rodriguez
Maria Ermitas Barrasa Rodriguez
Escritor/a de viajes freelance

Mitas es una traductora de español afincada en Madrid que disfruta acercando todo tipo de historias al público hispanohablante, ya sea en forma de videojuegos, novelas o blogs de viajes. Cuando no está tomando café y jugando con las palabras, a Mitas le encanta emplear su tiempo en viajar, ir a conciertos y ver teatro, mucho teatro.

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Diez planes relajantes y tranquilos en Roma

La vida del turista es dura, lo sabemos por experiencia propia. Y Roma tiene suficientes monumentos, museos y restaurantes para mantener ocupado durante varios días al más ávido viajero. Pero ¿para qué sirven unas vacaciones si no es para relajarse? ¿dónde está la gracia de ir de un lado para otro todo el tiempo? Aléjate de las zonas turísticas más concurridas, con sus bulliciosas aglomeraciones y las bocinas de los coches a todo volumen, y descubrirás rápidamente otra cara de la Ciudad Eterna, la de las iglesias silenciosas, los picnics en la cima de las colinas y los paseos al atardecer. Sigue leyendo para descubrir nuestra selección de los 10 planes más tranquilos y relajantes que hacer en Roma... Visita el Giardino degli Aranci Este pequeño jardín es conocido entre los lugareños sobre todo por las naranjas amargas que crecen en sus árboles. Su nombre oficial es Parco Savello, pero todos los romanos lo llaman el Jardín de los naranjos. Cómprate algo dulce y un espresso para llevar, y dirígete a los bancos del parque, donde podrás ver pasar el mundo y disfrutar de los aromas cítricos del jardín. La fuente de la entrada está coronada por un rostro de mármol del siglo XVI, y la posición elevada del parque ofrece excelentes vistas de la ciudad. A un lado del jardín está la Piazza dei Cavalieri di Malta, donde una mirada a través del ojo de la cerradura de la puerta que conduce a la Villa dei Cavalieri revela la cúpula de la Basílica de San Pedro perfectamente enmarcada entre los setos del jardín. Cata de vinos Cuando estés en Roma, haz como los romanos: ¡bebe vino! Ya sea un barolo, un chianti o un valpolicella, en VinoRoma encontrarás variedades italianas interesantes y sabrosas. Sus sesiones de cata incluyen información sobre cómo se producen los vinos y los mejores acompañamientos gastronómicos para cada variedad, así como aperitivos tradicionales como los taralli (similares a los picos de pan españoles) y, por supuesto, el importantísimo trío de vinos. Además, el local está situado a tiro de piedra del Coliseo. Relájate en un spa Spa es un acrónimo del latín Salus per Aquam, lo que demuestra que los romanos prácticamente inventaron los balnearios, así que cuando se está en Roma... bueno, ya te haces una idea. Como era de esperar, en la ciudad abundan las opciones de bienestar. El QC Terme Roma es uno de los mejores: ubicado en una antigua casa de baños dentro de un yacimiento arqueológico romano, sus instalaciones terapéuticas incluyen una preciosa piscina termal al aire libre, cascadas revitalizantes, saunas, baños de sal e incluso piscinas con música subacuática. Presumiblemente, música chillout ambiental y nada de AC/DC. Hoteles de lujo como el Trilussa Palace y el Palazzo Montemartini prometen experiencias rejuvenecedoras similares. Ve a un concierto en una iglesia Roma posee algunas de las iglesias más bellas del planeta, la mayoría de ellas centenarias. Los conciertos son una magnífica manera de disfrutar de estos espacios sagrados, entre frescos medievales, vidrieras altísimas, antiguos objetos, estatuas doradas y, en ocasiones, reliquias extrañas. Ya sea un estruendoso recital de órgano, un coro dándolo todo, una orquesta clásica al completo o Los Tres Tenores, no hace falta ser religioso para vivir una experiencia realmente edificante. Paseo al atardecer El atardecer es el momento más romántico de Roma: el cielo se tiñe de naranjas, rosas, morados y rojos, y los monumentos más emblemáticos, como el Coliseo y la Fontana de Trevi, se iluminan con un estilo espectacular. Apúntate a tour a pie por algunas de los lugares más icónicos de Roma, desde la escalinata de la Plaza de España hasta el antiguo Panteón, magníficamente conservado. Tira una moneda en la Fontana de Trevi y pide un deseo, y saca fotos que te convertirán en la envidia de todos tus amigos de Instagram. Pero, sobre todo, relájate y disfruta este paseo en el que sólo te tienes que dejar llevar. Pasa el día en Villa Borghese Si quieres relajarse en Roma, lo mejor que puedes hacer es pasar un día explorando los encantos de Villa Borghese, uno de los parques más grandes de la ciudad. Un paseo por sus arbolados senderos revela impresionantes edificios y monumentos históricos, tranquilas fuentes y hectáreas de exuberantes jardines. Visita las numerosas grandes villas que salpican el recinto, incluida la que da nombre al parque y que ahora alberga la Galería Borghese, con su magnífica colección de obras de Rafael, Caravaggio, Tiziano y otros. Renta una barca para remar por el lago y contemplar de cerca el Templo de Esculapio, del siglo XVIII. O asiste a una obra de teatro en el Globe Theater, basado, por supuesto, en el teatro londinense de Shakespeare y con obras (principalmente) shakesperianas en su programación. Las obras son en italiano y la temporada del teatro va de finales de junio a principios de octubre. El café más relajante de Roma El bistró Romeow, en el barrio de Ostiense, destaca por dos razones principales: su conmovedor grupo de gatos y su simpático nombre, un juego de palabras entre “Roma” y “meow”, que es “miau” en inglés. La comida es excelente: en el restaurante ofrecen una selección de coloridos platos veganos italianos, mientras que el bistró es el lugar ideal para tomar un buen café y sabrosos pasteles caseros, acompañados del relajante sonido de varios gatos ronroneando. Con unos pasteles tan buenos que querrás pedir un segundo trozo y unos simpáticos gatitos como compañía, ¿qué puede no gustarte? Cena, monumentos, and all that jazz ¿Qué se obtiene cuando se combina el jazz en directo con una cena y un tour guiado? Nada más y nada menos que el TramJazz, una aventura musical única por las calles de Roma. Sube a bordo del Stanga 1947, un tranvía antiguo iluminado con velas que ahora es un restaurante rodante y una sala de conciertos que recorre los monumentos de la ciudad mientras tú cenas con el relajante sonido de fondo de una banda de jazz en directo. Al aperitivo le siguen tres platos, servidos mientras recorres poco a poco la metrópolis, con paradas en Villa Borghese y oportunidades fotográficas en el Coliseo y el Circo Máximo. Se trata de una experiencia única y casi onírica, tanto si eres un fan del jazz o no. Picnic en Monte Mario Justo fuera de los límites de la ciudad, y con unas vistas excepcionales de Roma, Monte Mario es la colina más alta de la ciudad, con 139 metros de altura. Por supuesto, la subida a la cima quizá no sea lo que tenías en mente cuando, buscando actividades relajantes y tranquilas en Roma, encontrarte este artículo, pero la paz y la relativa soledad que se respiran aquí arriba, junto con esas maravillosas vistas panorámicas bien merecen el esfuerzo. Llévate un picnic —burrata, pecorino, salami, y pan fresco para empezar, cannoli y una botella de barolo de postre— y túmbate sobre la hierba para dar un descanso a tus cuádriceps antes de emprender el viaje de vuelta. Un taller de pintura con comida y vino Este viaje a Roma puede ser el momento en el que por fin te atreves a tomar un pincel y explorar tu talento para la pintura. Si ya la practicas, sabrás que no hay nada más relajante que pasar un rato pintando, sobre todo si estás en buena compañía y puedes tomar unos vinos para desinhibirte y soltar la mano. Toma un taller de pintura en Roma para crear un recuerdo imborrable y, quién sabe, tal vez hasta una obra maestra. Hasta aquí nuestra lista de planes relajantes y tranquilos en Roma. Tenemos otro consejo más, y es que consideres el Pase Explorer de Go City en Roma, con el que podrás aprovechar al máximo tu tiempo y gastar lo mínimo en el costo combinado de las entradas a las atracciones principales de la Ciudad Eterna. ¡Cuéntanos cómo te fue en Instagram o Facebook, y síguenos para enterarte de nuestras promociones! (Tenemos otros pases en muchas otras ciudades del mundo. Con Go City, viajar es más fácil.)
Anna Rivero
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Qué hacer en 2 días en Roma

¿Tienes dos días para visitar Roma? No entres en pánico. Ok, tal vez dos días no son suficientes para volverse romano. Tampoco te va a dar tiempo a ver todos los grandes monumentos de Roma, ni a pasear por los caminos menos trillados y admirar las joyas escondidas en cada barrio de esta fabulosa ciudad desde donde se expandió un imperio del que todavía hoy en día sentimos la influencia. El truco para aprovechar al máximo dos días en Roma es planear con antelación, es decir, escoger qué quieres ver antes de llegar, especialmente si viajas acompañado, ya que así evitarás perder tiempo en decidir. A continuación, para hacerte la vida más fácil, te proponemos un itinerario con varias alternativas para cada día. Muchas de las entradas a los monumentos, tours y servicios que reseñamos aquí vienen incluidas en el Pase Explorer de Go City. Con nuestro pase, ahorrarás dinero, y aprovecharás al máximo tu tiempo. Día 1 – Big Bus – Los principales de Roma Por suerte, las grandes atracciones de Roma se encuentran muy cerca unas de otras. El centro de la ciudad es compacto y está llenísimo de tesoros de la antigüedad y de todas las épocas que han ido dejando su rastro en las calles adoquinadas y plazas romanas. Dirígete a la estación Termini y espera al autobús turístico Big Bus o el City Sightseeing Rome (las dos compañías operan la misma ruta y tu Pase Explorer te da acceso a ambos autobuses). El servicio funciona desde las 9 de la mañana hasta las 6:30 de la tarde, y puedes bajar y subir en cualquiera de las paradas durante todo el día. Los autobuses pasan cada 10-15 minutos, y la ruta entera se completa en poco menos de dos horas. Por ejemplo, podrías darte la vuelta completa y después seguir utilizando el servicio como transporte para ir de un sitio de interés a otro. Una opción para este primer día son los sitios arqueológicos más famosos del mundo: el Coliseo, la Colina Palatina, el Circo Máximo, el Foro, y por supuesto el Panteón. Puedes hacer un tour a tu propio ritmo con una audioguía que te llevará por el Coliseo, el Foro y la Colina Palatina y que te llevará aproximadamente dos horas. Después de tanta ruina, tal vez tengas ganas de pasear por algún parque y sentir la vida contemporánea de la ciudad. Te sugerimos ir directamente al parque más popular de Roma, el de Villa Panphili, y llevarte un picnic para merendar allí mismo. Si quieres unas vistas de la ciudad para tomar fotos, dirígete ya sea al Jardín de los Naranjos o al mirador del Gianicolo, ambos en la colina Janiculum, donde también se ubica el precioso Jardín Botánico (si vas en primavera, no te lo pierdas). Para tomar algo por la noche y tal vez escuchar algo de música en directo, ve al barrio del Trastevere, donde se concentran los bares de moda de la ciudad. Para comer, te recomendamos Le Mani in Pasta para la pasta, Ai Marmi para las pizzas o Nanarella para las especialidades romanas. En cuanto a bares, prueba el San Calisto, uno de los más antiguos del barrio, el Babylon, con su impresionante colección de cócteles, o la Enoteca Ferrara, con una magnífica carta de vinos italianos. Día 2 – El Vaticano – Los Museos Capitolinos – Tours guiados Ya sabemos que no te va a dar tiempo a verlo todo, pero todavía tienes un día, y un día tiene muchas horas. Tal vez quieras visitar el Vaticano. Mucha gente viene a Roma solo para visitar el corazón palpitante del catolicismo, y no necesitas ser católico para apreciar la grandiosa arquitectura y las maravillas del arte que hay aquí. El país más pequeño del mundo tanto en territorio (menos de 50 kilómetros cuadrados) como en habitantes (unos 800) guarda una cantidad de tesoros impresionante, empezando por la gran obra maestra de Michelangelo, la Capilla Sixtina. Alrededor del Vaticano tienes muchas opciones para comer y seguir con tu día. Para la tarde te proponemos varias opciones de paseos guiados por guías expertos (ojo: algunos de estos tours solo se dan en inglés). Puedes escoger entre el barrio del Trastevere, o el interesantísimo barrio judío de Roma, una de las comunidades más antiguas de judíos en el mundo. O, si quieres seguir con el tema cristiano y no sufres claustrofobia, haz el tour de las catacumbas de Roma. Se encuentran en el Parque Regional de la Antigua Vía Apia, un espacio verde rodeado de calzadas romanas, con antiguos restos de villas y termas, y las famosas Catacumbas de San Calixto. Ten en cuenta que solo se hacen dos tours al día, el de la mañana de 9:30 a 12 horas, y el de la tarde (que es el que te proponemos), de 14 a 17 horas. Otra opción para tu segundo día son los Museos Capitolinos, en el mero centro de Roma. Aquí tienes tres palacios dedicados al arte antiguo (lo más “moderno” que te puedes encontrar es tal vez a Caravaggio y a Rubens). Rinde pleitesía a la famosa estatua de bronce que representa a la loba amamantando a Rómulo y Remo, y después aprovecha el resto del día para caminar por las laberínticas calles de Roma y descubrir la ciudad a tu ritmo por unas horas. Si de pronto te encuentras en la Piazza di Sant’Eustachio, busca el café del mismo nombre y tómate un espresso a nuestra salud. Si te gusta mucho, te puedes llevar una lata de café para moler en casa. Nos lo vas a agradecer. Algunos consejos generales para viajar a Roma Reserva las entradas a las atracciones más populares como el Coliseo o los Museos Vaticanos con mucha antelación. Sobre todo, si viajas con tiempo limitado, es mejor reservar las entradas en línea (o adquirir el Pase Explorer de Go City). Si vas en verano: ve a visitar los sitios arqueológicos que están a la intemperie lo más temprano que puedas. Lleva ropa ligera y cómoda, sombrero, lentes para el sol, sombrero, crema de protección solar, y un sombrero. ¿Ya lo entendiste? Vas a necesitar un sombrero. ¡Aprovecha para conocer las catacumbas! La temperatura es deliciosa bajo tierra. Trae tu botella de agua reusable, no importa la estación. En Roma el agua de la llave (el grifo) es potable y de alta calidad. Además, la ciudad dispone de muchas fuentes de agua, algunas muy hermosas y antiguas; se llaman “nasoni” (narizones). Puedes bajarte una aplicación para encontrarlas o consultar la ubicación de las fuentes en una página web. ¡Hay una dentro del Foro! Es una ciudad muy densa, ruidosa, y la fama de su tráfico infernal no es una leyenda. Hay que hacer como los romanos, y tomárselo con serenidad y buen humor. Pero si eres de los que cualquier ruidito te quita el sueño, te sugerimos no olvidarte de tus tapones para los oídos. Pueden salvarte la noche. Lleva zapatos súper cómodos, unos que ya hayas usado y comprobado que funcionan bien. Muchas calles de Roma son de adoquines, así que olvídate de los tacones. ¡Usa el transporte público! Haz un plan que incluya un viaje en metro o autobús. Es la mejor forma de cubrir largas distancias en la ciudad, y además así convives con los romanos y su vida cotidiana. Por último, en el Vaticano y en muchas iglesias de la ciudad que siguen en funcionamiento, hay que respetar el código de vestimenta. No se permiten faldas ni pantalones cortos, ni gorras, ni hombros descubiertos. Así que en caso de que viajes en primavera o verano, lleva un chal ligero en el bolso para cubrirte cuando lo necesites. En resumen... Dos días Roma es más que suficiente para hacer un poco de turismo y visitar los grandes hits de la ciudad, conocer un par de barrios, comer delicioso, e incluso disfrutar de la vida nocturna romana. Planea bien tu viaje, no seas demasiado ambicioso, y no olvides dejar algo de tiempo para callejear, perderte e improvisar. Para aprovechar tu tiempo al máximo y ahorrar en las entradas a las principales atracciones de Roma, considera adquirir el Pase Explorer de Go City. ¡Dos días en Roma no tienen por qué salir tan caros! Además, si echaste tus moneditas en la fuente, no te quedará más remedio que regresar.
Anna Rivero

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